TOKIO.- El ministro japonés de Finanzas, Shoichi Nakagawa, anunció este martes que va a renunciar en las próximas semanas, tras haber sido acusado de ebriedad durante una reunión del G7 en Roma.
El ministro precisó a los periodistas que iba a dejar sus funciones tras la aprobación por el parlamento del presupuesto del Estado para el año 2009-2010.
Este presupuesto debe, en principio, ser votado de aquí al 31 de marzo.
Conocido por su gusto por la bebida, Nakagawa estuvo, al parecer, ebrio durante una conferencia de prensa al término de la reunión de ministros de Finanzas y banqueros centrales del G7, el sábado, en Roma.
La televisión lo mostró con la mirada perdida, la boca pastosa, tropezando con las palabras, incapaz de terminar sus frases, incluso durmiéndose en varios momentos. Hasta el momento, Nakagawa había explicado su estado por una excesiva dosis de medicamentos antigripales.