RÍO DE JANEIRO.- La edición 2009 del publicitado y exhuberante Carnaval de Rio de Janeiro retomó la antigua tradición de monarcas 'rellenos' de peso con la investidura este viernes de un corpulento Rey Momo, marcando el retorno de los gordos tras años de ostracismo.
Milton Junior Rodrigues da Silva, un funcionario bancario de 29 años, fue investido por el alcalde carioca Eduardo Paes como nuevo Rey Momo, símbolo mayor de la festividad que comenzó oficialmente esta jornada y que finalizará el miércoles próximo al mediodía, tras los desfiles de domingo y lunes en el Sambódromo.
El sonriente moreno, que llevó cinco años seguidos presentándose sin suerte como candidato, pesaba 115 kilos la primera vez que se postuló y esta vez aumentó a 135 kg. Y está feliz porque acabó 'el reinado de los flacos': "la gente (el jurado) prefirió votar un gordito nuevamente, mi sueño fue realizado y fui elegido", declaró pícaramente Junior Rodrigues.
El nuevo Rey Momo tuvo que presenciar durante 10 años el reinado de Alex de Oliveira, esta vez convertido en director carnavalero de una escuela del Grupo B (2ª División) y que en las últimas ediciones tenía una figura delgada y dinámica, bastante menor de peso.
Después de tantas veces relegado, Rodrigues tomó su revancha. Logró pasar un duro proceso que comenzó con 88 aspirantes -deben tener máximo de 50 años y altura mínima de 1,70m- y que pasó a una lista de 10 candidatos, de donde fue electo.
Claro, también tuvo su premio efectivo: 12.000 reales (unos 5.100 dólares). Si bien en el Carnaval local desde 2004 no hay una restricción u obligatoriedad para el peso del monarca, el tópico no resulta un punto menor dentro de las festividades en Brasil.
En 2008 la elección de un Rey Momo considerablemente delgado, de 58 kilos apenas, provocó una revuelta de los "rellenitos" en el famoso carnaval de Salvador en Bahía (noreste).
Con una histórica tradición de monarcas de más de 120 kilos a cuestas, los candidatos gordos vetaron la investidura de Clarindo Silva, un atlético empresario, y llegaron a recurrir a la Fiscalía.