CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Benedicto XVI pidió hoy a los fieles que recen por él para que pueda cumplir "fielmente" el "alto cometido" que la Providencia divina le ha encomendado como sucesor de San Pedro.
El Pontífice hizo esta petición ante varios miles de personas reunidas en la plaza de San Pedro para el rezo del ángelus dominical, durante el que recordó que hoy la Iglesia Católica festeja la "Cátedra de Pedro", que simboliza la autoridad del Obispo de Roma, es decir de él.
Benedicto XVI recordó que inmediatamente después del martirio de San Pedro y de San Pablo, a la Iglesia de Roma se le reconoció el papel primacial en toda la comunidad católica y que el Concilio Vaticano II reiteró este Primado de la Cátedra de Pedro, resaltando que es el encargado de velar por la unidad y de servirla.
"Os pido que recéis por mí, para que pueda cumplir fielmente el alto cometido que la Providencia divina me ha encomendado como sucesor del Apóstol Pedro", solicitó el Pontífice a los presentes, petición que después repitió hablando en francés, pidiendo también que recen por la unidad de la Iglesia.
El Primado de Pedro es uno de los puntos que separan a los ortodoxos de la Iglesia de Roma, al no reconocerlo.
Visto que es uno de los escollos, el fallecido Juan Pablo II dijo en varias ocasiones que estaba dispuesto a que teólogos y expertos discutieran ese tema para buscar una solución que fuera aceptada por todos.
Benedicto XVI señaló también hoy que página del Evangelio que recuerda en este domingo la Iglesia es el episodio del paralítico sanado por Cristo, tras lo que subrayó que el pecado es "una especie de parálisis del espíritu".
El Pontífice subrayó que sólo la potencia del amor misericordioso de Dios puede liberar a los hombres, "permitiéndoles de levantarse de nuevo y emprender el camino del bien".
El Papa recordó que el próximo miércoles, 25, comienza la Cuaresma e invitó a los fieles a la conversión y a abrir el corazón a la Palabra de Dios.
Ese día el Papa se trasladará a la basílica romana de Santa Sabina, en la colina del Aventino, para presidir los ritos del Miércoles de Ceniza, que abren el tiempo de Cuaresma.
El domingo 1 de marzo se retirará durante una semana de ejercicios espirituales en el Vaticano, que concluirán el sábado 7 de marzo.
Durante esos días todas las actividades públicas del Papa quedarán suspendidas, entre ellas la audiencia general de los miércoles.