LA PAZ.- La embajada de Estados Unidos en Bolivia rechazó hoy la acusación lanzada por el Presidente de ese país, Evo Morales, sobre la supuesta infiltración de un agente de la CIA en la petrolera estatal YPFB, envuelta en un escándalo de corrupción.
La consejera para Asuntos Públicos de la legación, Denise Urs, rechazó en un comunicado de prensa la "nueva acusación sin fundamento y sin prueba" de Morales, y la calificó de un "nuevo intento de utilizar a EE.UU. como una ficha en los asuntos internos de Bolivia".
Urs también señaló que no logra "entender cómo el Presidente (de Bolivia) asegura que quiere mejores relaciones con los Estados Unidos y paralelamente sigue lanzando acusaciones falsas".
El Presidente Morales acusó a la agencia de inteligencia estadounidense de haber infiltrado en Yacimientos Petrolíferos Bolivianos (YPFB) al capitán de policía Rodrigo Carrasco, con la misión de sabotear la nacionalización de los hidrocarburos.
YPFB fue intervenida el mes pasado por un escándalo de corrupción que llevó a Morales a destituir a su presidente, Santos Ramírez, quien además se encuentra en prisión preventiva en la cárcel de San Pedro, en La Paz, por su presunta relación en el caso.
El gobernante indígena ha acusado varias veces a las agencias de cooperación y de lucha contra el narcotráfico de Estados Unidos, de haberse aliado con la oposición boliviana para derrocarlo en septiembre de 2008, cuando hubo una ola de protestas opositoras.
El 31 de enero pasado, el gobernante manifestó su "complacencia" al concretarse la salida de Bolivia de los 36 agentes de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), cuya expulsión decidió el gobierno boliviano el 1 de noviembre de 2008.
El escándalo de corrupción en YPFB se desató con el asesinato a fines de enero del empresario boliviano Jorge O'Connor, representante de la firma Catler Uniservice.
En 2008, YPFB había adjudicado a esta empresa la construcción de una planta de procesamiento de gas en el oriente del país por 86 millones de dólares.
Las relaciones entre Bolivia y EE.UU. se encuentran en uno de sus peores momentos desde que en septiembre de 2008 Morales expulsó al embajador de ese país, Philip Goldberg, decisión que fue replicada con la misma medida contra el embajador boliviano Gustavo Guzmán.