BUENOS AIRES.- Las principales entidades agrícolas de Argentina rechazaron hoy la posible estatización del comercio de granos, en momentos en que el Gobierno evalúa mecanismos para intervenir en un sector con el que mantiene un duro conflicto desde el año pasado.
Argentina, uno de los mayores productores globales de alimentos, estudia mecanismos para intervenir en el mercado de granos y carnes, según fuentes del Gobierno, mientras que las versiones más extremas mencionaban la posible estatización de las operaciones de comercio exterior.
Las principales entidades agropecuarias y las bolsas de comercio cerealeras publicaron una solicitada en los principales diarios del país bajo el título de "Argentina en retroceso" para rechazar la posible medida.
"La estatización del comercio de granos pondrán a la sociedad argentina al borde de otro conflicto, innecesario y de consecuencias impredecibles", dijeron las casi 30 entidades firmantes, entre ellas las cuatro que lideraron el año pasado un conflicto que debilitó políticamente al Gobierno de la Presidenta Cristina Fernández.
Medios de prensa locales dijeron que la presidenta podría anunciar las medidas el domingo, durante su discurso de apertura de sesiones ordinarias del Congreso.
Durante 2008, el sector agropecuario mantuvo un duro enfrentamiento con el Gobierno por un aumento de impuestos a las exportaciones, que finalmente fue rechazado por el Congreso, y que incluyó paros comerciales, huelgas, cortes de rutas y multitudinarias manifestaciones.
Una fuente del Ministerio de Producción dijo el viernes que el Gobierno buscaba "una intervención del Estado en el mercado de cereales y carnes".
Medios de prensa locales reportaron el sábado que el Gobierno podría optar por una acción intermedia a la estatización total, creando un organismo que opere en el mercado de granos de manera de fijar precios testigo mediante la compra y la venta.
Las entidades agropecuarias, que el año pasado marcharon contra una subida de impuestos en medio de precios internacionales récord, ahora buscan rebajas tributarias y otras medidas para paliar la crisis generada por la caída de los valores globales y por una feroz sequía.
Tras una huelga comercial de cuatro días, las entidades y el Gobierno reanudaron el martes pasado las negociaciones por medidas sectoriales, aunque las autoridades negaron la posibilidad de reducir los tributos a las exportaciones, el principal reclamo agrario.
La solicitada agropecuaria destacó que una estatización del comercio de granos "provocará una grave disminución de la producción, con un fuerte impacto económico y social, sobre todo en el interior, y paralizará la comercialización".