SHANGAI.- Los minoristas chinos están alarmados por la escasez de clientes extranjeros, según pudo comprobar hoy en la Feria del Este de China, que reúne este año en Shanghai a 5.312 expositores de todo tipo de productos, hasta el próximo jueves.
La Feria del Este de China es el segundo bazar más grande de Asia, después de la Feria de Cantón, y en ella se reúnen anualmente comerciantes de todos los sectores minoristas, desde el textil hasta la jardinería, pasando por artículos de regalo, decoración navideña, muebles, electrónica o complementos de moda.
Este año la cita no está llamando la atención de los compradores extranjeros como en ocasiones anteriores, y tanto visitantes como expositores dudan que se llegue a los 19.253 profesionales que acudieron al evento en 2008.
"Está menos concurrida que en otras ocasiones, en las que siempre estaba abarrotada de gente”, afirma Adela, una empresaria argentina del sector textil que acude por tercera vez consecutiva a la feria, y que en los quince días que lleva en Shanghai ya ha notado “las consecuencias de la crisis económica”.
En efecto, el propio viceministro chino de Comercio, Zhong Shan, ya adelantó en la apertura de la feria que China se enfrentará en 2009 a una situación grave en su comercio exterior, por la crisis económica y el proteccionismo de algunos países, que frenarán el comercio internacional.
Según datos facilitados por la organización de la feria, en 2008 se alcanzó un volumen de negocio de 3.678 miles de millones de dólares, un 3,52 por ciento superior al de 2007, y asistieron a la feria comerciantes de 145 países distintos.
"Muchos de los hombres de negocios extranjeros que solían acudir no han venido este año”, indica Li Zhiyong, gerente de una empresa textil de Fuzhou.
Sin embargo, “los problemas de los expositores se convierten en ventajas para los clientes”, señala Roman Petrov, un eslovaco que ha vivido las últimas ocho ediciones de la feria, y que apunta que “en esta ocasión los pabellones están más vacíos”.
"Para mí es mejor que haya menos visitantes, porque los proveedores prestan más atención a los extranjeros y puedo hacer mejores negocios si no hay tanta gente, pero puedo entender que los expositores no estén contentos”, matiza Petrov.
La Feria del Este de China resulta, según dicen los propios expositores orientales, “una buena oportunidad para encontrar clientes extranjeros”, y aunque la mayoría de visitantes foráneos sean japoneses o coreanos, Europa y América también resultan mercados muy atractivos.
"Los productos que nosotros fabricamos se venden muy bien en Japón, Alemania, Francia e Italia”, declara Zhu, un profesional del sector de los muebles de jardín, quien asegura que el diez por ciento de lo que produce su empresa va a parar a tiendas europeas.