BRASILIA.- La Iglesia Católica de Brasil excomulgó a los médicos que autorizaron el aborto de una niña de nueve años, violada por su padrastro y embarazada de gemelos, y abogados católicos denunciarán el caso ante el Ministerio Público.
"Quien realizó este aborto incurrió en excomunión y uno espera que estas personas, en un momento de reflexión, se arrepientan", declaró José Cardoso Sobrino, arzobispo de Recife, capital del estado de Pernambuco, noreste brasileño.
Una niña de nueve años comenzó a recibir medicamentos para suspender su embarazo de gemelos, tras haber sido violada por su padrastro.
El hombre, de 23 años, está preso desde febrero en el interior de Pernambuco luego de haber confesado que violaba a la pequeña desde hace 3 años y a una hermana minusválida de 14 años.
La legislación brasileña "autoriza abortos en caso de violaciones y riesgos de vida" de la persona embarazada, recordó el doctor Livio Moraes, Jefe del Departamento Materno Infantil de la Universidad de Pernambuco.
El arzobispo Cardoso Sobrino señaló que "la ley de Dios está encima de toda ley humana (...) cuando una ley promulgada por legisladores humanos es contra la ley de Dios, pasa a no tener ningún valor".
"La niña quedó embarazada de manera totalmente injusta -reconoció el religioso-, pero debemos salvar vidas. Los ministros de la Iglesia de Dios tenemos la obligación de proclamar la ley de Dios, en estos casos los fines no justifican los medios", puntualizó.
La semana pasada, la Iglesia había sancionado a un cura que, pese a estar contra el aborto, admitió que las mujeres que suspenden un embarazo deben ser atendidas en hospitales públicos.
Al mismo tiempo, el abogado de la Arquidiósesis de Recife, Marcio Miranda, presentará una denuncia de homicidio contra los médicos ante el Ministerio Público.
Por otra parte, Carla Battista de la organización no gubernamental "S.O.S Cuerpo", criticó la actitud de la Iglesia Católica.
"Hay instituciones que no llevan en cuenta la vida de la niña en estos momentos, y hacen un gran daño al crear una polémica en torno de un caso que está garantizado por la ley", opinó Battista.
Battista comentó que el aborto fue realizado con el "consentimiento" de la madre de la niña, de nueve años y sólo 36 kilos de peso.
El caso enfrentó a los padres biológicos de la niña, dado que mientras el padre rechazó el aborto, la madre lo autorizó.
Además, la mujer no quiso recibir al obispo de Recife que intentó disuadirla y explicó que no era momento de hablar sino de realizar el aborto con urgencia para evitar mayores riesgos en la vida de su hija.