NUEVA YORK.- Un grupo de galardonados con el Premio Nobel de la Paz, como el argentino Adolfo Pérez Esquivel, y activistas por los derechos humanos, como Harrison Ford y Gwyneth Paltrow, pidió a China dejar de hostigar e inculpar al Dalai Lama.
Los ganadores del Nobel, activistas y estrellas de Hollywood firmaron una carta de parte del arzobispo Desmond Tutu, Nobel de la Paz de 1984, en la que expresaron su preocupación por el deterioro de la situación de los derechos humanos en el Tíbet y la aparente crisis de las negociaciones entre el gobierno chino y los emisarios del Dalai Lama.
El documento fue publicado en el sitio de internet TheCommunity.com, una página para los Premios Nobel de la Paz que promueve la concordia y los derechos humanos. El documento fue puesto al alcance del público y puede ser firmado por quien esté interesado.
Mary Wald, presidenta del portal, dijo que cuando unas 100 mil personas firmen la carta será entregada al Presidente chino, Hu Jintao, y otros funcionarios.
“Es tiempo de una ola de apoyo para el Dalai Lama”, dijo Wald. “Ha hecho una de las declaraciones más fuertes de su vida porque la situación de los tibetanos es así de crítica”.
Los galardonados con el premio Nobel de la paz Elie Wiesel, John Hume, David Trimble, Jody Williams, F.W. de Klerk, Mairead Maguire, Betty Williams y Pérez Esquivel firmaron la carta junto con otras 40 personalidades y activistas por los derechos humanos incluyendo a Ford, Paltrow, Peter Gabriel, Richard Gere, Mia Farrow, Maria Bello, Adam Yauch, Ashley Judd, las supermodelos Christy Turlington y Naomi Campell así como la reina Noor de Jordania.
Previamente esta semana, el Dalai Lama condenó la “ofensiva brutal” de China y su duro mandato que se ha prolongado por décadas y que ha convertido al Tíbet en un “infierno en la tierra”.
Las tensiones se han intensificado antes de dos importantes aniversarios de esta semana, el cincuentenario de un intento fallido de sublevación tibetana que hizo que el Dalai Lama se exiliara y el primer aniversario de las violentas manifestaciones contra China ocurridas hace un año en Lhasa que desataron la resistencia tibetana más generalizada y sostenida en décadas.
China reclama a Tíbet como parte de su territorio, pero muchos tibetanos dicen que el dominio chino los priva de su libertad religiosa y de su autonomía. Beijing acusa al Dalai Lama, que es venerado por el pueblo tibetano, por fomentar el independentismo y las protestas contra el gobierno en Lhasa.