LA PAZ.- El Presidente de Bolivia, Evo Morales, entregó el sábado a indígenas guaraníes tierras recién confiscadas a cinco terratenientes, en una nueva demostración de fuerza ante la oposición conservadora afincada en el rico distrito oriental de Santa Cruz.
Los hacendados afectados, entre ellos el estadounidense Ronald Larsen, no cumplieron su amenaza de impedir el acto pero conservaban la posibilidad de apelar ante la justicia agraria la expropiación sin indemnización de sus tierras en el Chaco sudoriental, según admitió el Gobierno.
Protegido por una vasta movilización militar y policial, según mostró en vivo la televisión estatal, Morales entregó títulos de propiedad de poco más de 38.000 hectáreas a pequeños productores y al pueblo guaraní en conjunto en la región de Alto Parapetí, jurisdicción de Santa Cruz.
"Hoy, desde acá, estamos empezando a terminar el latifundio en Bolivia", proclamó Morales en el acto realizado a unos 800 kilómetros de La Paz, en el lugar en el que hacendados atacaron a balazos hace casi un año a técnicos agrícolas del Gobierno.
Morales aseguró que la propiedad privada "siempre será respetada", condicionando esta promesa, en el caso de las tierras, al cumplimiento de una nueva Constitución indigenista y socialista que limita la propiedad agrícola a 5.000 hectáreas y la obliga a cumplir objetivos económicos y sociales.
Agregó a esto que, si bien dicho derecho será respetado, "queremos que alguna gente que no quiere igualdad cambie de idea, debe pensar más en la patria que en la plata",
El control de la política de tierras fue reclamado sin éxito en el último año por regiones de tierras bajas lideradas por Santa Cruz, que no lograron impedir el cambio constitucional pero mantiene una férrea oposición a Morales.
El líder propuso el establecimiento de negociaciones tripartitas entre los terratenientes, los indígenas y el Gobierno, para concertar el traspaso de tierras en favor de los llamados "pueblos originarios", pero no precisó qué pasará con los grandes propietarios que se resistan al cambio.
Morales aprovechó el acto para cuestionar la amplia cobertura de los medios locales al caso del ex vicepresidente indígena Víctor Hugo Cárdenas, cuya casa en el altiplano fue tomada por campesinos que lo acusaron de traicionar a su raza.
Entrega masiva
El viceministro de Tierras, Alejandro Almaraz, informó que las 38.000 hectáreas de tierras repartidas el sábado son parte de 90.000 hectáreas recién declaradas de propiedad fiscal en el Chaco, un proceso orientado a poner fin a seculares prácticas de trabajo formado o "semi esclavitud".
"No es que estas tierras no hayan estado en producción, sino que en ellas se han cometido violaciones a los derechos humanos de los guaraníes, que ahora serán propietarios", señaló Almaraz.
El funcionario dijo que entre los títulos entregados había uno de 16.000 hectáreas, punto de partida de una "tierra comunitaria de origen" del pueblo guaraní, que según dirigentes indígenas debería llegar a 10 millones de hectáreas.
"Aquí se trató de detener la historia, detener el cambio, pero aquí mismo estamos consolidando la revolución democrática y agraria", afirmó Almaraz.
Morales destacó que en sus tres primeros años de Gobierno ha titulado 22 millones de hectáreas, el doble que lo hecho en los 10 años anteriores.