CARACAS.- El Presidente venezolano, Hugo Chávez, ordenó hoy tomar militarmente los puertos y aeropuertos del país, fortaleciendo el poder central luego de que la oposición ganara varios estados clave en los comicios regionales del 2008.
El Gobierno ya había retirado a algunas regiones la gestión de hospitales, cuerpos de policía y deportes; lo que la oposición asegura es un nuevo embate del líder socialista para concentrar todo el poder en sus manos y pasar por encima de las autoridades elegidas democráticamente.
La decisión se produce días después de que la Asamblea Nacional, dominada por el oficialismo, aprobara una reforma de legal que permite al presidente intervenir puertos, aeropuertos y carreteras si existe deficiencia en la prestación de servicios por parte de los estados.
"Vamos a recuperar los puertos y aeropuertos de toda la República opóngase quien se oponga. Es ley de la República", dijo el mandatario en su programa dominical de radio y televisión "Aló, Presidente", asegurando que sus adversarios permiten la actividad de mafias y narcotraficantes.
Chávez se refirió específicamente a dos de los más activos puertos comerciales del país -el occidental Maracaibo y el central Puerto Cabello- así como el de la turística isla Margarita, todos gestionados por administraciones opositoras.
"Es un tema de seguridad nacional", argumentó Chávez, quien amenazó con apresar a los gobernadores que traten de impedir la medida.
Los adversarios del mandatario aseguran que trata de asfixiar su gestión política y económicamente, vaciándolas de competencias y recursos.
Sin embargo, el oficialismo acusa a la oposición de utilizar el poder regional como trinchera para atacar al Gobierno y desmontar los programas sociales de salud, educación y alimentación que sustentan la popularidad de Chávez entre la mayoría pobre del país.
El mandatario, que ha relanzado su campaña de nacionalización de sectores estratégicos de la economía tomando algunas firmas alimentarias, logró enmendar la Constitución el mes pasado en referendo para poder presentarse a la reelección tantas veces como quiera.