CIUDADA DEL VATICANO.- El papa Benedicto XVI pisa mañana por primera vez África, en un viaje de siete días que le lleva a Camerún y Angola, con la mirada puesta en las guerras, el hambre, las enfermedades e injusticia que sufren los africanos, ante quienes reiterará el compromiso de la Iglesia con los más pobres.
El motivo del viaje, que se prolongará hasta el día 23 es entregar en Yaundé, la capital de Camerún, a las Conferencias Episcopales de África el "Instrumentum laboris" (documento de preparación) del II Sínodo para África que se celebrará en octubre de 2009 en el Vaticano.
En Luanda, a donde llegará a media mañana del 20 de marzo, conmemorará el 500 aniversario de la evangelización de Angola, el primer territorio de África austral donde llegaron los misioneros.
Este será el primer viaje de un Pontífice al continente negro desde hace once años, cuando en 1998 el fallecido Juan Pablo II pisó por última vez África, visitando en aquella ocasión -marzo de 1998- Nigeria, donde beatificó a Cyprian Michael Iwene Tansi, un monje nigeriano que murió en Londres en 1964.
Aunque ya han pasado once años, muchos problemas económicos y sociales y políticos de África parecen gangrenados y un documento vaticano preparado para la ocasión resalta que avanza la corrupción, el mal gobierno, la iniquidad social, las enfermedades, la pobreza y la separación cada vez mayor entre clase gobernante y ciudadanos.
Asimismo, no se detienen las guerras y los conflictos, los acuerdos de paz y las treguas no son respetados durante mucho tiempo y las violaciones de los derechos humanos se perpetúan entre la indiferencia de la comunidad internacional.
Ante este escenario, el Papa dijo este domingo durante el Ángelus que va a África "sabiendo que la única cosa" que tiene para proponer y entregar es Cristo, "que vence toda resistencia humana y hace posible el perdón y el amor para los enemigos".
Aunque reconoció los graves problemas que azotan al continente, también resaltó "su enorme potencialidad y esperanza".
Según precisó el portavoz vaticano, Federico Lombardi, el Papa pedirá “reconciliación, paz y justicia” para los pueblos africanos.
Ese es, además, el lema del II Sínodo de Obispos africanos, cuyas línea de debate entregará en Yaundé.
Será un sínodo "auténticamente africano" que contribuirá a estimular la conciencia de la unidad en todos los lugares del continente y favorecerá el dinamismo evangélico,” afirmó el arzobispo Nikola Eterovic, secretario general del Sínodo de Obispos.
La reunión se celebra en un momento de gran vitalidad y dinamismo de la evangelización africana.
Los católicos han aumentado en los últimos años un 3,1 por ciento y según datos del Vaticano en 2050 la República Democrática del Congo (97 millones de católicos), Uganda (56 millones) y Nigeria (47 millones) estarán entre los diez países católicos más grandes del mundo.
La explosión del catolicismo en el África subsahariana durante el pasado siglo lo considera la Iglesia como uno de los mayores éxitos misioneros en la historia de la Iglesia.
De los 1,9 millones de 1900 se pasó a finales del 2000 a 139 millones.
Pero los obispos africanos saben que no basta con crecer, sino que es necesario que ese crecimiento se transforme en pasos de calidad de fe y exige personal pastoral adecuado desde el punto de vista de la formación.
Y es que el catolicismo en África, además de los cultos animistas locales, tiene en frente a un cada vez más fuerte Islam. Uno de cada tres africanos es musulmán. Y si fuera poco, están penetrando con ímpetu las sectas pentecostales procedentes de América.
Benedicto XVI llegará mañana a Yaundé, la capital de Camerún, país en el que los católicos son el 26,8, los musulmanes el 22 por ciento y el resto religiones tradicionales.
Según datos de la ONU de 2007, Camerún, el país de las 250 etnias, está considerado el más corrupto del mundo y la corrupción obstaculiza el desarrollo.
Los obispos, según el Vaticano, están preocupados por la apropiación indebida, los robos de bestias, derroche de los recursos públicos y el favoritismo, así como el aumento del paro juvenil.
La segunda etapa del viaje será Angola, en cuya capital, Luanda, bendecirá el proceso de consolidación de la paz comenzado en 2002 y los progresos económicos registrados en los últimos años, cuyos beneficios, precisó el informe vaticano, deben ser repartidos a toda la población, especialmente los más pobres.
Considerado como el país de África con mayor crecimiento (es el primer exportador de crudos), el 70 por ciento de su población sigue viviendo en la miseria, con unos servicios de educación y salud muy deficiente y con un 17 por ciento de analfabetos.