BRASILIA.- Una niña brasileña de 13 años, embarazada de cuatro meses tras ser violada por su padre, manifestó su decisión de no abortar, semanas después de que la Iglesia excomulgara a los médicos que interrumpieron el embarazo de una niña de 9 años.
La menor y su tutora legal comunicaron a la Fiscalía de la Niñez y la Juventud la decisión de continuar con la gestación, informó hoy el diario "Folha de Sao Paulo".
La legislación brasileña prohíbe que menores de 14 años opinen sobre continuar o no un embarazo fruto de un abuso sexual, pero la Fiscalía decidió escuchar a la menor que es huérfana de madre y no tiene ningún familiar que asuma su tutoría.
"El mayor derecho del niño es el derecho a la vida", afirmó Lindidalva Santana, del Consejo Tutelar de Guaratinga, localidad del interior del estado de Bahía, en el noreste brasileño.
En tanto, el fiscal Bruno Texeira declaró que sólo permitirá realizar aborto si se comprueba que la gestante corre riesgo de muerte.
Por su parte, el abogado Paulo Leao, de la Unión de Juristas Católicos de Río de Janeiro, "alabó" la actitud de la menor, que según las autoridades era sometida a abusos desde hace tiempo por su padre.
Semanas atrás un caso similar ganó repercusión internacional, cuando una niña de 9 años, también del noreste brasileño, la región más pobre del país, suspendió el embarazo de mellizos producto de la violación perpetrada por su padrastro.
El arzobispo de Pernambuco, José Cardoso Sobrino, excomulgó en ese momento a los médicos y a la madre de la pequeña, por haber realizado y autorizado el aborto.