BERLÍN.- La familia de Tim Kretschmer, el joven alemán de 17 años que la semana pasada perpetró una matanza en su antigua escuela de la localidad de Winennden, con un balance de 16 muertos incluido él mismo, rompió hoy su silencio para expresar sus condolencias a los allegados de las víctimas.
"A ustedes les fue arrebatado lo más preciado e importante, un ser querido, con el acto abominable e incomprensible de nuestro hijo y hermano", dice la carta, difundida por el abogado de la familia.
"Todo el rato nos preguntamos cómo pudo pasar, cómo pudimos no haber detectado su desesperación y su odio. Hasta ese horrible suceso, éramos una familia normal", aseguran en el texto los padres y la hermana del adolescente.
"Nunca creímos a Tim capaz de algo así y le conocíamos de otra manera", agregan. "Estamos consternados y observamos esta incomprensible tragedia mudos y sollozantes. Nuestros pensamientos están con todos los heridos", dice la misiva.
Hasta ahora, la única reacción de los familiares de Tim Kretschmer había sido, también a través de su abogado, desmentir que éste hubiera estado en tratamiento psiquiátrico, contrariamente a lo que habían asegurado los investigadores y los responsables de una clínica de la región.
El mismo abogado apuntó luego a la posibilidad de recurrir a tribunales por otras informaciones, falsas o inexactas según su versión, difundidas estos días por los medios.
Los resultados de la autopsia de Tim Kretschmer dados a conocer hoy en Stuttgart, revelaron que el joven se dio un tiro en la cabeza.
Tras verse acorralado por la policía, el adolescente decidió acabar con su vida con un disparo en la frente, confirmaron hoy portavoces de la Fiscalía de Stuttgart, encargada del caso.
La autopsia está completamente finalizada, aunque todavía falta entregar los documentos oficiales, agregaron los mismos. Por el momento se desconoce cuando tendrá lugar el entierro.