BOGOTÁ.- El sueco Erik Roland Larsson, el único ciudadano de ese país que permanecía secuestrado en el mundo, fue entregado este martes por la guerrilla de las FARC en el noroeste de Colombia, informó el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) sin entregar más detalles.
La liberación se produjo en un paraje de las montañas del Nudo de Paramillo, cerca del poblado de Tierralta, en el departamento de Córdoba.
"Sabemos que fue entregado por los secuestradores, los detalles aún no los tenemos", señaló en Bogotá un responsable de prensa del DAS, servicio de inteligencia.
Según un comunicado del DAS, Larsson -de 69 años- estaba en manos del frente 58 de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que exigían por su liberación un rescate de cinco millones de dólares.
Larsson fue trasladado hacia Montería, la capital departamental, bajo protección del DAS, para ser sometido a una revisión médica.
"Se encuentra en delicado estado de salud y en estos momentos es valorado por el cuerpo médico en la ciudad de Montería, de donde posteriormente será trasladado hacia Bogotá", indicó el comunicado.
"Dadas las condiciones inhóspitas de la zona era imposible planear un rescate sin poner en peligro la vida del secuestrado, por lo que se optó por la intermediación", explicó el DAS en el texto, sin explicar en qué consisitió esa intermediación.
La embajadora de Suecia en Bogotá, Lena Nordström, expresó la satisfacción de su país por la entrega. "Es una alegría enorme su libertad después de haber estado secuestrado durante un año y diez meses", indicó.
Larsson fue secuestrado en una finca de su propiedad junto a su compañera, la colombiana Diana Peña, quien se fugó unos días después.
El ingeniero sueco había fijado su residencia en Colombia tras trabajar durante varios años en el proyecto hidroeléctrico de Urrá con la empresa Skanska.
La última prueba de supervivencia conocida de Larsson era un video que fue enviado en diciembre pasado a su familia en Suecia.
La prensa colombiana había especulado con la posibilidad de que el gobierno sueco estuviera negociando la liberación de Larsson directamente con la guerrilla, a espaldas de la administración del Presidente colombiano, Álvaro Uribe.