WASHINGTON.- Líderes demócratas hispanos de la Cámara de Representantes se reunirán mañana con el presidente Barack Obama para discutir la necesidad de una reforma migratoria integral, confirmó una fuente demócrata.
La fuente, que pidió no ser identificada, señaló que la reunión, que se realizará durante la mañana antes de que Obama viaje a California, tratará varios temas de interés para la comunidad hispana, entre éstos la necesidad de una reforma migratoria.
Se trata del primer cara a cara de los miembros del grupo legislativo demócrata de la Cámara Baja con Obama desde su investidura el pasado 20 de enero.
Algunos miembros del grupo, conocido en inglés como "Congressional Hispanic Caucus” (CHC), han expresado frustración porque, a su juicio, el Mandatario estadounidense no ha hecho declaraciones en público sobre inmigración, que es una de las prioridades de los legisladores hispanos.
El legislador Luis Gutiérrez, por ejemplo, encabeza un esfuerzo nacional para impulsar la reforma, con visitas sobre el terreno a los estados más afectados por el problema de la inmigración ilegal.
Los miembros del CHC, que suman 24 legisladores, quieren escuchar las propuestas de Obama para corregir el maltrecho sistema de inmigración e impulsar una reforma que permita la legalización de los inmigrantes indocumentados en Estados Unidos.
También quieren determinar las medidas que tomará Obama para revertir las políticas del Gobierno anterior en torno a las redadas en centros de trabajo y la detención y deportación de los indocumentados.
La secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, ha dicho ante el Congreso que su agencia realiza en la actualidad una extensa revisión de todas sus políticas, y no ha descartado la posibilidad de aplicar cambios en la política de las redadas.
Tanto los legisladores hispanos como grupos cívicos y las principales organizaciones hispanas del país han denunciado en cada foro público que las redadas están causando la separación de las familias.
Algunas agencias policiales, que se han negado a participar en el controvertido programa “287g” para ayudar en la detención de extranjeros indocumentados, también han dicho que programas como ése están mermando la confianza y la cooperación de la comunidad inmigrante con la policía local.