PESHAWAR.- Un atentado suicida con explosivos que demolió una mezquita atestada de fieles, dejó al menos 48 muertos y unos 80 heridos en una región cercana a la frontera con Afganistán, dijeron las autoridades.
El ataque en la región del Khyber fue el más sangriento en Pakistán en lo que va del año y se produjo horas antes de que el Presidente estadounidense, Barack Obama, se preparaba a anunciar una nueva estrategia fundada en la necesidad de erradicar los refugios de milicianos en la frontera.
Un funcionario del Gobierno acusó a milicianos islámicos de lanzar el ataque en venganza por una reciente ofensiva destinada, en parte, a proteger la ruta principal de abastecimiento de las fuerzas estadounidenses y de la OTAN en Afganistán, que pasa frente a la mezquita.
"Los residentes de esta área han cooperado y nos han ayudado mucho. Estos infieles habían amenazado venganza", dijo Tariq Hayat, el administrador de la región tribal de Khyber. "Son enemigos de Pakistán. Son enemigos del Islam", agregó.
La violencia creciente en Pakistán provoca dudas sobre la capacidad del Gobierno prooccidental de neutralizar a los combatientes del Talibán y Al Qaeda a quienes también se culpa por los ataques a las fuerzas occidentales en Afganistán.
El suicida se inmoló en la mezquita, una escala popular entre los viajeros que transitan entre Pakistán y Afganistán, cuando unos 250 feligreses participaban en las plegarias del viernes, dijo Hayat.
La televisión mostró a veintenas de residentes y policías cavar frenéticamente con las manos entre los escombros de las ruinas de la mezquita, cuyo techo se desplomó.
Los rescatistas extrajeron cadáveres cubiertos de sangre y polvo. Grupos de mujeres angustiadas aguardaban en las cercanías para conocer la suerte de sus seres queridos.
Hayat dijo que se habían contado 48 cadáveres y que presumiblemente hay más. Agregó que había unos 80 heridos.
La mezquita en un valle rocoso cerca del pueblo de Jamrud está junto a la carretera principal por la que pasan los camiones con suministros para las fuerzas encabezadas por Estados Unidos en Afganistán.
Ataques atribuidos al Talibán han destruido veintenas de vehículos militares, lo que pone en duda la confiabilidad de esta ruta de abastecimiento.
El área también se ha visto conmovida por disputas entre grupos rivales tribales y milicianos -algunos de ellos aliados en parte con el Gobierno- que han incluido ataques suicidas.