MANILA.- Un grupo extremista islámico vinculado a Al Qaeda anunció que mañana decapitará a uno de los rehenes de la Cruz Roja en su poder, si el gobierno filipino no retira sus tropas del bastión selvático de la agrupación, dijo hoy un funcionario.
El comandante de Abu Sayyaf, Albader Parad, amenazó con decapitar a uno de los tres rehenes -dos europeos y un filipino- a las 14:00 horas locales (06:00 horas GMT) del martes, a menos que la policía y las milicias gubernamentales se retiren de 15 aldeas en la isla Jolo, dijo el secretario del Interior Ronaldo Puno.
"Sus demandas hasta anoche son físicamente imposibles de cumplir", dijo Puno y añadió que las autoridades continuarán tratando de encontrar formas de salvar a los rehenes "hasta el último minuto".
Puno indicó, no obstante, que el gobierno estaba listo para acudir a la fuerza si alguno de los rehenes, que han estado en manos del grupo desde hace dos meses y medio, son lesionados de cualquier manera.
Los rehenes están detenidos en el poblado selvático de Indanan, en las montañas de Jolo, y hasta hace poco estaban rodeados por más de 1.000 soldados.
"Si estamos hablando de fuerza bruta, por supuesto que podemos hacer algo", dijo Puno.
Accediendo a las demandas de los extremistas, la infantería de marina se retiró a su base la semana pasada, y policías y milicianos se alejaron entre 109 y 15 kilómetros del bastión de Abu Sayyaf, esperando que el grupo cumpliese su promesa de dejar en libertad a un rehén.
Los extremistas dijeron que las tropas deberían retirarse virtualmente de toda la isla hacia solamente dos aldeas cerca de la capital provincial, algo que el gobierno dice llevaría a la anarquía.
El presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja llamó nuevamente a la libertad de los tres rehenes: la filipina Mary Jean Lacaba, el italiano Italian Eugenio Vagniel y el suizo Andreas Notter.