CARACAS.- El dirigente opositor venezolano y alcalde de Maracaibo, Manuel Rosales, acusado por supuesto enriquecimiento ilícito, recibió este jueves además una denuncia por homicidio en grado de frustración, informó la agencia estatal de noticias ABN.
Según la denuncia, presentada ante la Fiscalía del estado Zulia, Rosales sería responsable de supuestos ataques con "objetos y golpes a seis ex trabajadores de la alcaldía de Maracaibo durante una protesta por reivindicaciones laborales realizada el pasado miércoles 1 de abril a las puertas de la sede municipal".
Detrás de los presuntos ataques estarían "grupos de choque que serían contratados por el alcalde Rosales", denunció William Portillo, inspector del Trabajo en Zulia.
Rosales, quien disputó la Presidencia de Venezuela frente a Hugo Chávez en las elecciones de 2006, deberá presentarse el 20 de abril ante un tribunal, que decidirá si aguarda en libertad o en prisión preventiva su juicio por presunto enriquecimiento ilícito, delito que implica una pena de entre tres y diez años de cárcel.
Según la Fiscalía, el supuesto delito se habría cometido entre 2002 y 2004 cuando Rosales era gobernador de Zulia.
El partido Un Nuevo Tiempo, al que pertenece Rosales, anunció el martes que el político estaba "resguardado" hasta que existan condiciones que le garanticen su adecuada defensa ante la justicia.
Sus compañeros de formación negaron que el político se encuentre fuera de Venezuela, como habían sugerido fuentes cercanas al gobierno.
"Es totalmente falso que Rosales se haya ido de Venezuela. Está en Zulia, en un lugar seguro, pero no se va a entregar a la jauría", señaló Omar Barboza, secretario general de Un Nuevo Tiempo.
Rosales y su organización política consideran que este proceso tiene motivaciones políticas, mientras que el ministro de Comunicación, Jesse Chacón, negó esas acusaciones e instó al alcalde a enfrentar la justicia y probar su inocencia.
La Policía científica ha negado haber recibido alguna orden de captura contra Rosales hasta el momento.
A fines de octubre, el presidente venezolano Hugo Chávez acusó a Rosales de tener intenciones de matarlo y dijo que iba a "ponerlo preso".