PARÍS.- Un grupo de médicos franceses comunicó hoy que trasplantó en un hospital de París parte de la cara y de los dos antebrazos a un mismo paciente, un hombre de 30 años que había sufrido graves quemaduras durante un accidente en 2004.
Dos equipos quirúrgicos de la sanidad pública gala intervinieron al hombre en una operación que duró casi 30 horas, y que se practicó el fin de semana, informaron hoy en un comunicado.
Se trasplantó "toda la parte superior de la cara, por encima de los labios: el cuero cabelludo, la nariz, las orejas, la frente y, sobre todo, los párpados".
Esto representa "una primicia mundial, ya que no se hizo con otros pacientes", agregó el comunicado.
En total, 40 personas asistieron a la intervención, que es la sexta que afecta a un trasplante de cara en todo el mundo -y la cuarta vez que se hace en Francia-, pero la primera en la que además se trasplantan las manos, según el comunicado de Asistencia Pública-Hospitales de París.
El equipo del profesor Laurent Lantieri y del doctor Jean-Paul Meningaud se ocupó de la operación del rostro, mientras que la de las manos fue responsabilidad de otro, encabezado por el doctor Christian Dumontier.
El equipo de profesionales de Lantieri ya ha practicado tres trasplantes de cara y hace diez días hizo el último, a un joven de 28 años cuyo rostro quedó desfigurado por el disparo de una escopeta.
El primer trasplante parcial de rostro fue realizado en Francia, en noviembre de 2005, a la francesa Isabelle Dinoire, a quien el ataque de un perro le había deformado la cara.
En aquella intervención, profusamente difundida por medios de comunicación de todo el mundo, la porción de la cara injertada incluyó franjas de piel, los labios, músculos, nervios y vasos sanguíneos que fueron suturados con microcirugía.
La recuperación de Dinoire transcurrió con episodios graves, incluidas dos fuertes reacciones del sistema inmunitario de la paciente que rechazó los tejidos injertados.
Los medicamentos que se administraron a Dinoire para suprimir la reacción, a su vez, causaron infecciones y, en una ocasión, un fallo renal. Sin embargo, posteriormente superó los problemas y aprendió a gesticular, a comer y beber, y a pronunciar palabras.