EFE
ROMA.- El violento sismo de 6,3 grados en la escala de Richter que devastó ayer lunes el centro de Italia dejó 179 muertos y 34 desparecidos, según un nuevo balance provisional difundido este martes por el Centro de Coordinación de Rescate de L'Aquila.
Cuarenta fallecidos todavía no han sido identificados, según el organismo citado por la prensa local, que estima el número de heridos en unos 1.500.
Dos cadáveres fueron retirados esta madrugada de los escombros de la aldea de Onna, cerca de L'Aquila, una de las más afectadas por el terremoto, llevando a 39 muertos el balance en esta localidad, que tenía 250 habitantes, según bomberos.
El movimiento telúrico también dejó a 50 mil personas sin hogar, de acuerdo con el último balance provisional entregado anoche. Quienes no tenían amigos ni familia para recibirlos pasaron la primera noche en refugios improvisados como cuarteles y gimnasios.
Por otra parte, numerosos monumentos históricos resultaron dañados por el fuerte sismo. La ciudad de L'Aquila, fundada en el siglo XIII, resultó entre las más perjudicadas por el gran número de bienes arquitéctónicos que contaba, tanto de la época medieval como del Barroco.
Una de sus iglesias más bellas e imponentes, la basílica de Santa Maria di Collemaggio, del siglo XIII, así como las iglesias barrocas de Santo Agostino y del Suffragio, del siglo XVIII, sufrieron parciales derrumbes, indicó en un comunicado el ministerio para los Bienes Culturales italianos.
El campanario de la iglesia de San Bernardino, joya del siglo XV y cuya fachada sobrevivió a varios terremotos, se desplomó, precisó la misma fuente.
El imponente castillo del siglo XV, construido durante la dominación española, que es sede del Museo Nacional de Abruzos, sufrió también daños materiales y tuvo que ser cerrado.