BUENOS AIRES.- Un grupo de manifestantes derribó hoy el tramo construido de un polémico muro que separa una lujosa zona residencial de un barrio pobre de la periferia de Buenos Aires, tras la oleada de críticas que desató la iniciativa.
Vecinos de la localidad bonaerense de San Fernando y un grupo de sindicalistas demolieron las placas de hormigón que aún se mantenían en pie, ante la mirada de decenas de policías que custodian la zona y buscaban evitar incidentes violentos en el lugar.
El alcalde de San Isidro, Gustavo Posse, defendió anoche su intención de levantar un paredón de más de 1,5 kilómetros de longitud para separar el lujoso sector de La Horqueta de un barrio de San Fernando.
La iniciativa desató una intensa polémica sobre los métodos para combatir la inseguridad y provocó el rechazo del Gobierno, que pidió a Posse que dé marcha atrás en la construcción del muro en una zona situada a unos 30 kilómetros al norte de la capital argentina.
El ministro de Seguridad bonaerense, Carlos Stornelli, se trasladó hoy a la zona para calmar los ánimos de los vecinos, en medio de los cruces producidos entre quienes están a favor y en contra de la iniciativa.
"Me presenté aquí para que esta locura se detenga. El muro ya ha sido destruido, así que se procederá con la limpieza. El municipio no tiene jurisdicción sobre la vía pública y la provincia tiene que impedir que esta locura se consuma", dijo Stornelli.
El ministro advirtió además que el muro "no es la solución" a la inseguridad, sino que "aumenta la violencia y la exclusión", por lo que manifestó su esperanza en que Posse desista de su idea.
Por su parte, el alcalde de San Fernando, Osvaldo Amieiro, presentó ayer un recurso ante la Justicia para frenar la edificación del muro.
La Presidenta argentina, Cristina Fernández, consideró ayer que la construcción del muro "es una involución", porque "son medidas separatistas" y, "en lugar de separar, hay que construir", en una charla telefónica con Amieiro.
El Ministerio argentino del Interior envió una carta a Posse para que detenga la construcción del muro por considerar que se trata de "una decisión incorrecta que atenta contra la democracia".