JERUSALÉN.- Miles de peregrinos católicos del mundo entero participaron en la tradicional procesión del Viernes Santo en la Ciudad Vieja de Jerusalén que conmemora la crucifixión de Jesús, dos días antes de la Pascua.
Los fieles siguieron las 14 estaciones del Vía Crucis, el camino de la cruz que Jesús recorrió antes de ser crucificado por los romanos, de acuerdo con la tradición cristiana.
Bajo un sol radiante, los cristianos, algunos de los cuales llevaban cruces para recordar el calvario de Cristo, cruzaban en su camino en la Ciudad Santa a musulmanes que se dirigían a la Explanada de las Mezquitas y a judíos que iban a orar al Muro de los Lamentos.
La procesión comenzó ante el convento de la Flagelación y terminó en el Santo Sepulcro, considerado por la mayoría de los cristianos como el lugar de sepultura de Jesús.
Este lugar sagrado para los cristianos se encuentra en la Ciudad Vieja de Jerusalén, en el sector oriental de la ciudad, que Israel anexó después de conquistarlo a los árabes en 1967.
Representantes de dos grandes familias musulmanas de Jerusalén, los Nuseibeh y los Yudeh, que conservan las llaves del Santo Sepulcro desde el siglo XIII, abrieron sus puertas el viernes de madrugada para permitir que los peregrinos orasen allí.
Este Viernes Santo es el primero desde la entronización del nuevo patriarca latino de Jerusalén, Fuad Twal, quien reemplazó a Michel Sabbah, que se jubiló el año pasado a los 75 años.
La autoridad del patriarca latino de Jerusalén se extiende a los territorios palestinos, Israel, Jordania y Chipre.
La policía israelí desplegó refuerzos para evitar incidentes durante la procesión.