L'AQUILA, Italia.- El Presidente del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi, asistió este domingo a la misa de Pascua en L'Aquila, junto a los damnificados del terremoto que causó la muerte el lunes pasado de casi 300 personas en la céntrica región de Los Abruzos.
A su llegada, Berlusconi aseguró a un grupo de damnificados que haría todo lo posible para que "puedan abandonar sus tiendas de campaña cuanto antes", al tiempo que agradeció los esfuerzos de los socorristas "del fondo del corazón".
La misa, oficiada al aire libre por el arzobispo de L'Aquila Giuseppe Molinari, tuvo lugar en la Escuela Militar, uno de los pocos edificios que se mantuvo en pie y donde se celebraron los funerales de las víctimas el viernes.
"Estamos seguros de que usted respetará sus compromisos con los damnificados del terremoto", declaró el arzobispo, al dirigirse a Berlusconi, que viajó casi todos los días a L'Aquila desde el lunes.
Después de la misa, el Jefe del Gobierno ofreció una rueda de prensa en la Escuela Militar, en la que anunció que un Consejo de Ministros se iba a reunir en L'Aquila, al principio de la semana del 20 de abril, con el propósito de otorgar fondos para ayudar a la población y lanzar la reconstrucción.
"Volveré aquí en persona tantas veces como sea necesario", aseguró Berlusconi.
En este domingo de Pascua, se celebraron varias misas en los campamentos de damnificados del terremoto, tanto en L'Aquila como en los pueblos devastados de la región, aunque no acudieron muchos de los que se quedaron sin vivienda.