BOGOTÁ.- El embajador de Estados Unidos en Colombia, William Brownfield, reconoció ayer lunes que su Gobierno analiza la posibilidad de utilizar bases militares en este país sudamericano para mantener las operaciones contra el narcotráfico y sustituir la de Manta, en Ecuador.
Washington es el principal aliado de Bogotá en la lucha contra el narcotráfico y contra grupos armados ilegales como la guerrilla izquierdista, que obtiene del tráfico de drogas millonarios ingresos.
"No voy a negar que estamos conversando sobre esta posibilidad", dijo el diplomático en declaraciones a periodistas.
"Colombia y Estados Unidos estamos colaborando en los esfuerzos contra la droga ilícita, en los esfuerzos contra la delincuencia internacional. Parte de esa colaboración, sin duda ninguna, requiere acceso a instalaciones entre los dos países y requiere un ajuste", explicó.
Ecuador decidió no permitir la continuidad del uso por parte de Estados Unidos de la base militar de Manta, considerada estratégica para combatir el narcotráfico en un amplio sector del Pacífico, lo que ha obligado a Washington a buscar alternativas.
Brownfield dijo que en la eventualidad de que se usen bases colombianas, las mismas seguirán bajo mando de militares del país sudamericano, considerado el primer productor mundial de cocaína con unas 600 toneladas anuales.
"La base colombiana (seguirá) bajo bandera colombiana y mando colombiano, y al final de todo sería una base colombiana", aseguró el embajador.