GAZA.- Los cristianos de Gaza temen ser los olvidados de la primera visita que el papa Benedicto XVI cumplirá en mayo próximo a "Tierra Santa", pues su visita no incluye ese territorio palestino, devastado por el conflicto israelo-palestino y sometido a un bloqueo por parte de Israel.
"Nos alegra que venga a Palestina, pero ¿qué podrá hacer por nosotros?", se pregunta Rania Mijail, profesora de inglés de 32 años en la escuela Santa Familia de Gaza.
"Queremos que haga algo, no solamente por los cristianos, sino también por los musulmanes que viven en esta cárcel", agrega. "Nos hubiera gustado que viniera a Gaza pues a nadie le preocupa lo que nos pasa", lamentó.
La comunidad cristiana de la franja de Gaza, formada por unas 2.500 personas en su mayoría ortodoxas, sufrió la ofensiva militar israelí que en tres semanas (del 27 de diciembre al 18 de enero) causó la muerte a más de 1.400 palestinos en ese territorio.
Oficialmente, la ofensiva pretendía poner fin a los disparos de cohetes y obuses contra territorio israelí por parte del movimiento islamista palestino Hamas que controla Gaza desde junio de 2007.
Israel impone además desde esa fecha un estricto bloqueo que agrava las dificultades de este enclave en el que 1,5 millones de personas viven en condiciones miserables.
A ese panorama se suma, para los cristianos, el malestar frente al poder islamista, acentuado por numerosas agresiones, como el asesinato en 2007 del responsable de la única librería cristiana de Gaza.
"Para nosotros la situación es muy dura", explica Iyyad Sayegh, de 39 años, farmacéutico. "Esperábamos que tras el fin de las hostilidaes hubiese soluciones, pero por ahora no ha habido nada", se lamenta.
La visita del Papa, la primera a Tierra Santa, "es importante y esperamos que ayude a mejorar la situación de los palestinos, cristianos y musulmanes en Gaza y en Cisjordania, que viven bajo la ocupación israelí", afirmó Naji al Tarazi, un funcionario de 40 años.
El sacerdote Manuel Musalem, al frente de la parroquia católica de Gaza, que frecuentan unas 200 personas, se pregunta inclusive sobre el momento elegido para la visita papal, tan sólo meses después de la guerra.
"Se le preguntará por qué ha venido, qué piensa decir a los cristianos, a los judíos, a los musulmanes y por qué no viene a Gaza", declaró. "Le diremos que no es el buen momento de visitar los lugares santos mientras Jerusalén está ocupada. Le preguntaremos por qué ha venido pues aquí, nosotros tenemos todas las respuestas", afirmó.
Las fechas elegidas para la visita pontificia de Benedicto XVI a Tierra Santa no sólo preocupa a los habitantes de Gaza.
"Tenemos sentimientos encontrados sobre esta visita", admite Basam Shahtoot, miembro del consejo parroquiano católico de Nazareth.
"Queremos que el Papa venga, pero el calendario plantea problemas debido a la guerra en Gaza durante la cual tantos palestinos murieron", explicó.
"Mucha gente, incluida en el seno del clero, no se entusiasmaron con el momento elegido para esta visita", confirmó Elías Odeh, de la parroquia de Reneh, en Israel.
Pese a ello, los cristianos de Gaza esperan seguir al Papa gracias a las autorizaciones que les prometieron las autoridades israelíes.
"Queremos asistir a la visita del Papa pero no depende de nosotros, sino de los israelíes", aseguró Iyyad Sayegh.
Según Perbattista Pizzaballa, responsable de la administración de los lugares santos de Jerusalén, unos 200 cristianos de Gaza deberían recibir un permiso para presenciar la visita del jefe de la Iglesia católica.
Del 11 al 15 de mayo, Benedicto XVI visitará Jerusalén, Belén y Nazaret. Del 8 al 11 de mayo, visitará Jordania.
El nuncio apostólico en Israel, Antonio Franco, indicó que la visita papal será básicamente religiosa pero que se abordarán asuntos políticos con responsables oficiales.
"Si el discurso (del Papa) cambia las cosas para nosotros, estaremos felices. De lo contrario, será una visita en vano", opinó Rania Mijail.