WASHINGTON.- El capitán Richard Phillips, secuestrado por piratas somalíes y liberado gracias a la intervención de los Navy Seals (fuerzas especiales de la Armada) el día de Pascua, arribó a Estados Unidos.
El avión privado que llevaba al capitán llegó a Burlington (Vermont), donde se encontraban su esposa e hijos.
"No soy un héroe, los verdaderos héroes en este caso son los militares", declaró Phillips a su llegada a la ciudad.
"Los Navy Seals hicieron hasta lo imposible para salvar mi vida", agregó. "Le debo todo a ellos. Son grandes profesionales", destacó.
Phillips debe su liberación a una precisa intervención de los "francotiradores" norteamericanos, que consiguieron matar a los tres piratas que lo mantuvieron como prisionero durante cinco días.