LONDRES.- El escándalo desatado por las agresiones policiales contra los manifestantes contra la cumbre del G-20 celebrada el pasado 2 de abril en Londres, sigue aumentando después de que Scotland Yard confirmara hoy que la comisión de vigilancia policial, un organismo independiente, está investigando un tercer incidente.
El portavoz de la policía británica no quiso ofrecer detalles del nuevo incidente, que data del 1 de abril. Según informaron medios locales, podría tratarse de las quejas interpuestas por un hombre que fue golpeado en la cabeza por la policía y arrojado al suelo.
Antes, la comisión de vigilancia inició investigaciones por la muerte de Ian Tomlinson, de 47 años, y sobre los ataques a Nicola Fisher, una mujer de 35 años. En ambos casos se suspendió a los dos policías implicados.
En relación con la muerte de Tomlinson, se está investigando al policía que lo empujó poco antes de morir por posible homicidio negligente, tras conocerse ayer el resultado de una segunda autopsia que señalaba que no falleció de un infarto, sino de una hemorragia abdominal.
Por su parte, Fisher criticó la intervención de la policía, que tildó de "muy violenta", según relató hoy a la emisora BCC. "Fue muy violento y agresivo de forma innecesaria", dijo sobre el policía que la golpeó en la cara y después con una porra en una pierna, y que también fue suspendido por ello.
La mujer, sin embargo, reconoció que antes del ataque empujó al policía, pero dijo que lo hizo como reflejo por su intervención. "De repente llegaron varios funcionarios y formaron una fila ante nosotros. El policía delante de mi gritó "lárgate" y me empujó antes de darme siquiera la posibilidad de reaccionar". Después, la golpeó en el rostro y cuando le gritó, el policía la agredió con la porra en una pierna.