PUERTO ESPAÑA.- La Cumbre de las Américas concluyó este domingo adoptando una amplia declaración de 97 puntos que, pese a las agudas controversias que generó, no hace referencia al tema de Cuba ni a la promoción de los biocombustibles y mantiene el reconocimiento al papel de la OEA, puntos que habían generado las diferencias.
Los cancilleres y miembros de los cuerpos diplomáticos de los 34 países participantes trabajaron afanosamente hasta último momento para realizar las modificaciones y el documento final terminó siendo casi un 50% más extenso que el originalmente concertado.
El documento insiste en la necesidad de trabajar conjuntamente en la lucha contra el narcotráfico, el crimen organizado y la corrupción, en promover políticas que respeten los derechos de los inmigrantes y en garantizar la autosuficiencia energética del continente, entre otros.
Los presidentes americanos se comprometieron además a combatir "todas las formas del crimen organizado", incluyendo el narcotráfico, el terrorismo, el tráfico de personas y los crímenes tecnológicos.
El documento está dividido en grandes capítulos dedicados a diseñar medidas para conseguir la seguridad energética del continente diversificando las fuentes de energía, a promover la prosperidad de los habitantes de la región con medidas que protegen especialmente a las poblaciones más vulnerables y a la a preservación del medioambiente.
Entre los capítulos dirigidos a proteger a las poblaciones más vulnerables, el documento menciona la necesidad de dar "una completa protección a los derechos humanos de los inmigrantes", un tema particularmente sensible para los países de Centroamérica, cuyos presidentes pidieron al presidente estadounidense, Barack Obama, la promoción de una reforma migratoria.Más de 5,5 millones de centroamericanos viven actualmente en Estados Unidos.
La declaración insiste en que se "respete su estatuto y se cumpla las leyes aplicables a ellos, incluyendo los derechos laborales". El documento coloca metas como la de "erradicar a más tardar en 2020 el trabajo infantil", "implementar la convención interamericana para la prevención, castigo y erradicación de la violencia contra la mujer" y finalizar los trabajos para una declaración que reconozca los derechos de los pueblos indígenas.
Los mandatarios no firmaron la declaración final, debido a las reservas que varios países sostenían sobre varios puntos, pero decidieron adoptar sus resoluciones como un "compromiso" para el futuro de las relaciones regionales.
Las declaraciones de las Cumbre de las Américas son normalmente firmadas por todos los mandatarios y nunca en la historia de estos encuentros continentales, que comenzaron en 1994 en Miami, se produjo un veto de un grupo de países, aunque sí reservas de algunos de ellos hacia ciertos puntos.