TOKIO.- Corea del Norte reanudó el tratamiento de combustible nuclear para reforzar su poder contra "fuerzas hostiles", anunció un portavoz de la Cancillería de Pyongyang citada por la agencia oficial Kcna.
El anuncio se conoció a tres semanas del lanzamiento de un misil-satélite por parte de Pyongyang y un día después de que la ONU decidió sanciones para tres empresas norcoreanas dedicadas al acopio y fábrica de armas.
"El tratamiento de barras de combustible irradiadas procedentes de un reactor experimental comenzó, tal como anunció un comunicado del 14 de abril del ministerio de Relaciones Exteriores", declaró el portavoz.
"Todo esto contribuirá a reforzar el poder de disuasión nuclear en función de autodefensa de modo de afrontar la creciente amenaza militar respaldada por fuerzas hostiles", dijo el vocero.
Por su parte, la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, insistió hoy sobre la necesidad de que Corea del Norte interrumpa el tratamiento de combustible nuclear, al tiempo que auspició la reanudación del diálogo en esa dirección.
"Estados Unidos junto a sus seis socios de coloquios continúan haciendo presión para que Corea del Norte se atenga a los empeños a los que se había comprometido", dijo Clinton durante su visita sorpresa de hoy a la ciudad de Bagdad.
El gobierno norcoreano había anunciado el 14 de abril, en protesta por la condena del consejo de seguridad de la ONU al lanzamiento de un misil satelital a principios de mes, su intención de abandonar el diálogo entre seis países (ambas Coreas, Rusia, China, Japón y Estados Unidos) sobre desarme nuclear en la península coreana y de reanudar sus programas atómicos.
La decisión de Corea del Norte coincidió con las sanciones decididas por la ONU contra tres empresas de ese país, por su participación en las actividades misilísticas del gobierno de Pyongyang, anunciadas por el embajador de Turquía, Baki Ilkin, presidente de turno del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Las tres empresas señaladas por el Comité de sanciones de la ONU son Korea development mining trading -especializada en el comercio de armas-, Korea ryonbong general -dedicada al aprovisionamiento de materiales para la fabricación de armas- y Tanchon commercial bank, un instituto de crédito para las actividades financieras ligadas al comercio de materias primas para el armamento.
Las sanciones disponen el congelamiento de sus activos exteriores por su rol en el lanzamiento del misil-satélite el 5 de abril pasado.
Antes de que Pyongyang desmantelara el año pasado su planta de Yongbyon, el gobierno norcoreano extrajo de ese reactor cerca del 80% de los ocho mil cilindros de combustible necesarios para el enfriamiento nuclear, que forman parte del proceso de separación del plutonio, elemento de base para un potencial artefacto explosivo.
"El uso pacífico del espacio es un bien del que ningún Estado puede ser privado", dijo el número dos de la misión permanente norcoreana en el Palacio de Vidrio, sede de la ONU en Nueva York, Pak Tok-hun, al afirmar que ese país "no habría aceptado decisión alguna del Consejo de Seguridad".
Pyongyang, en tanto, festejó el 77mo. aniversario del Ejército del Pueblo, con una dura advertencia a Estados Unidos.
"Si solo los Estados Unidos imperialistas y sus relativos aliados tuvieran que tocar un mínimo de nuestra tierra, aire o mar, tendrían que afrontar una acción durísima, sin piedad, de parte de nuestras fuerzas armadas", escribió hoy el periódico Rodong Sinmun, del partido de los trabajadores.
Mientras, la ONU está analizando la situación creada por la decisión de Pyongyang de lanzar el pasado 5 de abril un misil-satélite, las potencias occidentales buscan que se reanuden las "conversaciones de los seis" (que incluyen a Estados Unidos, Norcorea, Surcorea, Rusia, China y Japón) para continuar el proceso de desnuclearización de la península coreana.
Ese proceso fue abandonado por Pyongyang luego de la condena de la ONU por el lanzamiento, aunque antes de llevarlo a cabo Corea del Norte había amenazado con abandonar los coloquios en caso de que el Consejo de Seguridad cuestionara lo que Pyongyang exhibió como la puesta en órbita de un satélite de comunicaciones.
