Correa fue relecto Presidente con más del 50 de los votos.
APQUITO.- Ni la crisis económica global, ni los grupos de poder, ni la "izquierda infantil" frenarán la revolución socialista en Ecuador, prometió hoy el Presidente Rafael Correa, luego de obtener una histórica reelección en los comicios generales de ayer.
Correa obtuvo más de la mitad de los votos, adjudicándose la victoria sin necesidad de una segunda vuelta por primera vez en 30 años de democracia ecuatoriana, según los datos oficiales con más del 70% de las papeletas escrutadas.
Con su quinto triunfo electoral consecutivo, el Mandatario izquierdista se consolida en el poder pese a la severa crisis económica que sacude al volátil país andino, a la que ha prometido enfrentar profundizando sus políticas socialistas.
"El triunfo por supuesto que es un espaldarazo al proyecto político del socialismo del siglo XXI a nivel nacional y regional", dijo el Jefe de Estado reelecto.
Sonriente y relajado, Correa se mostró optimista con respecto al devenir económico pese a la caída de los precios del petróleo, los menores ingresos por remesas y las golpeadas exportaciones agropecuarias, aunque admitió que todavía existen riesgos impredecibles por la turbulencia financiera global.
"La expectativas son muy buenas para el país, ya lo más duro pasó. Pero por supuesto existe una gran incertidumbre y cualquier cosa puede pasar", dijo Correa, quien ha prometido seguir con su línea dura hacia los inversores extranjeros.
Además, su partido habría obtenido una mayoría legislativa y en los gobiernos regionales, según sondeos a boca de urna, lo que le otorgaría más estabilidad en un país donde ningún Presidente había logrado finalizar su mandato en la última década.
También, de confirmarse el triunfo de sus aliados, tendría mayor poder para iniciar sus prometidas reformas legales.
El ex Presidente Lucio Gutiérrez, que obtuvo un sorprendente 30% de los votos pocos años después de haber sido derrocado en medio de fuertes protestas populares, prometió encabezar la oposición a un Gobierno que considera autocrático y peligroso para la economía.
"El pueblo nos ha dado una altísima responsabilidad: liderar la oposición y nosotros vamos a asumir esa responsabilidad con total entereza porque en Ecuador tiene que seguir primando la democracia", dijo el coronel retirado, quien superó los pronósticos de las encuestas.
Esperanzas y riesgos
Correa ha prometido abrir un nuevo ciclo político-económico en la empobrecida nación andina, aplicando la nueva Carta Magna de corte socialista, que lo convirtió desde el año pasado en el gobernante más poderoso en la historia reciente de Ecuador.
Sin embargo, enfrenta este nuevo mandato de cuatro años con menos recursos para sus multimillonarios programas sociales, un creciente desempleo y una alta inflación que podrían erosionar su alto respaldo, luego de que su Gobierno gastara más de la mitad de sus reservas en apenas seis meses.
Y aunque la mayoría pobre aplaude su mano dura contra los capitales internacionales, muchos inversores extranjeros han demandado al Estado ante cortes internacionales de arbitraje por miles de millones de dólares, un riesgo adicional para las golpeadas finanzas del Gobierno socialista.
Felicitaciones de aliados regionales
Sus aliados izquierdistas de Venezuela, Bolivia y Argentina saludaron la victoria de Correa, e incluso Colombia, con la que rompió relaciones hace más de un año, felicitó al carismático gobernante por su victoria.
El Presidente ecuatoriano dijo que espera mantener una relación "cordial y de respeto mutuo" con Washington, pese a los recientes capítulos de tensión con la expulsión de funcionarios de la embajada estadounidense y la decisión de no renovar la concesión a una base aérea antidrogas.
Tras dos años en el poder, sus ambiciosas promesas de construir escuelas, equipar hospitales y mejorar la infraestructura han dado esperanzas a una población que culpa a décadas de gobiernos neoliberales por los males de una de las naciones más pobres y desiguales de Sudamérica.
"Ha demostrado defender la soberanía del país cuando Colombia lo irrespetó y la economía mejorará porque no regalará el dinero del Estado pagando la deuda externa", dijo Fredy Torres, de 46 años, conserje de hotel en la ciudad costera de Durán.
Pero, si la depresión financiera global se prolonga, analistas creen que Correa podría tener problemas incluso para sostener la dolarización en el mayor exportador mundial de bananas, respaldada por la mayoría de los ecuatorianos como símbolo de estabilidad.
Además, Correa ha asegurado que acelerará reformas institucionales y políticas que darán más poder económico al Gobierno y mayor control sobre el Ejército, las cortes y los medios de comunicación.