CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Benedicto XVI expresó hoy su "pesar y angustia" por los abusos cometidos por miembros de la Iglesia durante el siglo XX en Canadá contra niños aborígenes y dijo que esos actos "deplorables" no pueden ser tolerados por la sociedad, informó el Vaticano.
El Pontífice expresó su pesar y condena durante el encuentro que mantuvo con representantes de la comunidad aborigen de Canadá, encabezada por el líder de las naciones nativas ("Primeras Naciones"), Phil Fontaine, y el presidente de los obispos canadienses, James Weisgerber, a los que recibió en el Aula Pablo VI del Vaticano tras la audiencia pública de los miércoles.
Durante la audiencia, los asistentes, según informaron después, le contaron cómo durante el siglo XX muchos niños aborígenes fueron arrancados a sus familias para ser "reeducados" en escuelas religiosas, muchas de ellas católicas, y algunos de esos niños sufrieron incluso abusos sexuales.
Benedicto XVI, según el comunicado del Vaticano, "escuchó las historias y las preocupaciones de los presentes" y subrayó que desde el principio de su Pontificado siempre ha estado "muy cerca" de los pueblos indígenas.
"El Papa expresó su pesar y angustia por los sufrimientos causados a algunos niños indígenas debido a las conductas deplorables de algunos miembros de la Iglesia y les expresó su solidaridad", señaló la nota.
El Pontífice subrayó -prosiguió el comunicado- que "los actos de abuso no pueden tolerarse en la sociedad" y animó a los nativos canadienses a mirar hacia adelante con renovada esperanza.