LA PAZ.- Los supuestos mercenarios abatidos a mediados de abril por la Policía iban a atentar contra la vida del prefecto (gobernador) de Santa Cruz, Rubén Costas, porque lo querían de mártir, dijo este jueves a la prensa uno de sus presuntos cómplices, tras declarar ante la justicia.
El líder del grupo de milicianos, Eduardo Rózsa (de triple nacionalidad, boliviano-croata-húngaro) habría dicho "que valdría más un mártir muerto que un cojudo que no hacía nada como gobernador" en alusión a Costas, declaró Juan Carlos Gueder, acusado por la justicia de haber proveído armas a Rózsa.
Rózsa "quería atentar contra la vida del prefecto (de Santa Cruz) Rubén Costas y del señor Ernesto Suárez Sattori (de Beni); él (jefe de los mercenarios) dijo en esa oportunidad que valdría más un mártir muerto que un cojudo que no hacía nada como gobernador", señaló en rueda de prensa tras las indagatorias judiciales.
Costas es gobernador de Santa Cruz y acérrimo opositor del Presidente Evo Morales, aunque algunos sectores de la derecha radical lo acusan de condescendiente con el gobierno.
Según Gueder, asesor de la Unión Juvenil Cruceñista, brazo de choque del Comité Cívico Pro Santa Cruz, una organización civil-empresarial de Santa Cruz que promueve la autonomía de esa región, involucró también a otras personas con el complot que, según el gobierno, pretendía matar a Morales y dividir el país.
"Se por el señor Rózsa que había otras personas vinculadas del ámbito político -que tampoco sé sus nombres pues se los diría-, hay gente que debería estar dando la cara. Debería estar acá el señor Hugo Achá, dando la cara. A mí él nunca me dio dinero yo lo conocí en esa reunión porque estaba con el señor Rózsa", dijo.
Gueder, que admitió haber vendido un arma al líder de los mercenarios, enfatizó que "él (Rózsa) quería matar para crear un caos, al señor gobernador (Costas) y al señor Suárez Sattori".
Ante eventuales problemas, "él nunca dijo nombres pero siempre decía: los tíos van a apoyar en todo, los tíos supuestamente una cúpula mayor, nunca nos dijo a nosotros. Pero el único nexo mío con este señor es el arma, es decir la venta", apuntó.
El caso se conoció hace dos semanas después de que en un operativo policial en un hotel en Santa Cruz fueran muertos a tiros Rózsa, el húngaro-croata Arpád Magyarosi y el irlandés Michael Dwyer.
En el hecho fueron detenidos el boliviano-croata Mario Tadic y el húngaro Elod Toasó y recluidos en una cárcel pública de La Paz, mientras dure la investigación.