LONDRES.- Roxana Saberi, periodista estadounidense de origen iraní detenida en Irán bajo la acusación de espionaje a favor de EEUU, continúa en huelga de hambre porque está decidida a salir de la cárcel "viva o muerta", según su padre.
En declaraciones al diario "The Guardian" desde Teherán, el padre de la detenida, Reza Saberi, explicó que su hija, que ha trabajado para la BBC y para la National Public Radio en Estados Unidos, se niega a comer porque se considera inocente.
"Cree que no ha hecho nada malo y que tiene que salir viva o muerta de la cárcel. No quiere seguir allí. Intentamos convencerla para que dejase la huelga de hambre, pero no hay forma de hacerla cambiar de opinión", explicó el padre.
Su abogado, Abdolsamad Jorramshahi, también intentó persuadirla de que debía volver a ingerir alimentos, porque la huelga de hambre "no tendrá efecto alguno" sobre su juicio.
El padre de la periodista, un académico que emigró a EEUU en los años setenta, ha viajado a Teherán con su esposa, Akiko, para seguir de cerca el proceso contra su hija.
Reza Saberi afirma que su hija no ha sido torturada física ni psíquicamente, pero la cárcel le ha producido una fuerte depresión.
La periodista, que cumplió esta semana 32 años, nació en Estados Unidos, pero lleva viviendo seis años en Irán.
Tras ser detenida a finales de enero, le dijo a su padre que la habían acusado de comprar una botella de vino, lo que constituye un delito en Irán.Los iraníes dijeron luego que había sido detenida por seguir trabajando como periodista en el país, pese a que había expirado su acreditación y finalmente le atribuyeron actividades de espionaje.