KABUL.- El Presidente afgano, Hamid Karzai, se registró el lunes para competir por la reelección, pero fue criticado por nombrar a un ex jefe guerrillero acusado de abusos de los derechos humanos como su compañero de fórmula.
A medida que se acerca la elección del 20 de agosto, Karzai parece asegurarse una posición firme, con la oposición luchando por nombrar a un candidato con apoyo suficiente para ganar.
"He tomado esta decisión por el bienestar y el interés del pueblo de Afganistán", dijo Karzai, que lidera Afganistán desde el 2001, sobre su intento de obtener la reelección.
"Vamos a esforzarnos por brindar seguridad, paz y tranquilidad a Afganistán", dijo a periodistas fuera de las oficinas de la comisión electoral.
"Como en el pasado, cometeremos errores (...) pero estaremos al servicio de la nación afgana".Karzai eligió al ex ministro de Defensa Mohammad Qasim Fahim como su candidato a vicepresidente, ignorando los pedidos del jefe de la misión de Naciones Unidas en Afganistán, que se reunió con el presidente varias veces en los últimos días para convencerlo de que nombre a otra persona.
El enviado de la ONU Kai Eide está "triste" y "perturbado" por la elección de Fahim, un ex jefe guerrillero que grupos de derechos humanos ligaron a acusaciones de abusos, dijo una fuente cercana al funcionario.
Brad Adams, director del organismo supervisor de derechos humanos Human Rights Watch en Asia, dijo: "Volver a ver a Fahim en el corazón del Gobierno sería un terrible retroceso para Afganistán".
"Es uno de los guerreros con peor fama del país, tiene sangre de muchos afganos en sus manos", añadió. Fahim no pudo ser contactado para hacer declaraciones.
Después de registrarse, Karzai partió a Washington para reunirse con el Presidente estadounidense, Barack Obama, por primera vez desde su asunción.
Las relaciones entre Karzai y el nuevo Gobierno estadounidense se tensaron porque funcionarios de alto rango del país norteamericano criticaron abiertamente la efectividad de Karzai a la hora de controlar la corrupción. Pero últimamente las autoridades de Washington atenuaron sus comentarios.