SANTA BARBARA.- Los bomberos revisaban hoy los escombros humeantes de un feroz incendio forestal en California (oeste), que provocó la salida de sus hogares de miles de personas y destruyó al menos 20 casas.
El fuego que empezó el lunes en la lujosa ciudad costera de Santa Bárbara, al noroeste de Los Ángeles, se expandió de manera veloz ayer a raíz de poderosos vientos calientes que provocaron el aumento de temperatura y crearon las condiciones perfectas para el fuego.
Más de 13.000 residentes de esta ciudad tuvieron que evacuar mientras un ejército de 1.300 bomberos peleó contra las llamas que consumieron 526 hectáreas.
Tres bomberos fueron hospitalizados por sufrir quemaduras e inhalación de humo mientras protegían una que repentinamente fue alcanzada por las llamas. Hoy los funcionarios se encontraban en condición estable.
El gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, declaró el estado de emergencia para agilizar la distribución de recursos para aplacar el siniestro.
Al haber controlado las llamas en la madrugada, esta mañana los bomberos tenía una idea más clara de la devastación causada por el fuego.
Mansiones de varios millones de dólares en las colinas de Santa Bárbara que suelen tener vista al Pacífico, eran un montón de cenizas en una región cubierta por una nube de humo.
Los vientos se calmaron en las últimas horas y dieron un breve respiro a los cuerpos de rescate, pero las autoridades advirtieron a los residentes de estar atentos ante nuevas órdenes de evacuación.
"Salgan pronto, ése es nuestro mensaje", dijo el capitán Dave Sadecki del Departamento de Bomberos del Condado de Santa Bárbara.
California es frecuente blanco de incendios feroces dado su clima seco, el fenómeno de los vientos cálidos de Santa Ana y la reciente construcción de viviendas en zonas forestales.
En el otoño (boreal) de 2007, el sur del estado fue asediado por incendios que dejaron ocho muertos, destruyeron 2.000 casas y provocaron la evacuación de 640.000 personas.
En noviembre pasado, al menos 100 casas fueron destruidas por incendios forestales en el exclusivo enclave de Montecito, cerca de Santa Barbara.