RAWALPINDI.- El Ejército paquistaní dio muerte a 143 militantes en las últimas 24 horas en combates en el bastión islamista de Swat, en el noroeste de la capital, informó hoy un portavoz militar.
El conflictivo valle, ubicado a sólo 130 kilómetros de Islamabad y que antiguamente fue un eje del turismo, se convirtió en una prueba de la capacidad de Pakistán para combatir la creciente insurgencia talibana, que ha alarmado a Estados Unidos.
El Primer Ministro Yusuf Raza Gilani ordenó ayer al Ejército eliminar a los militantes que dijo estaban intentando mantener al país entero como rehén.
"Aproximadamente 143 militantes han sido reportados muertos en el valle de Swat", dijo el portavoz mayor general Atthar Abbas en los cuarteles centrales del Ejército en Rawalpindi. No hubo confirmación independiente de la cifra.
"Bajo la directiva del Gobierno, el Ejército está ahora comprometido en una operación a escala completa para eliminar a los militantes", añadió. "Ellos están huyendo y tratando de bloquear el éxodo de civiles del área", agregó.
El militar advirtió que la operación era difícil y declinó entregar un fecha estimada sobre el tiempo que tardará despejar el valle.
Previamente, funcionarios militares habían dicho que helicópteros, combatientes y tropas estaban destinados a las operaciones en Swat de hoy, contra unos 4.000 a 5.000 militantes.
Abbas dijo que hasta 15.000 soldados estaban tomando parte en el operativo.
El Presidente de Pakistán, Asif Ali Zardari, en conversaciones en Washington esta semana, reafirmó ante el Presidente Barack Obama el compromiso para derrotar a Al Qaeda y sus aliados.
Los esfuerzos de Pakistán contra los militantes instalados cerca de la frontera con Afganistán son vistos como una pieza vital en la batalla por derrotar a la insurgencia afgana.
La violencia protagonizada por grupos militantes en áreas cercanas a Islamabad, como el valle de Swat, ha aumentado las tensiones sobre Pakistán, un país que cuenta con armamento nuclear.
En Ginebra, un portavoz del Alto Comisionado para los Refugiados de Naciones Unidas expresó preocupación por el millón de personas que se estima han sido desplazadas por los combates. Por su parte, el Comité Internacional de la Cruz Roja dijo que la crisis se estaba intensificando.
La UNICEF ha elevado expresamente su preocupación por los niños en el área que han sido testigos de la violencia, forzados a abandonar sus hogares y no pueden ir a la escuela ni recibir tratamiento médico.