AMMÁN.- El Papa Benedicto XVI expresó hoy su preocupación por las "influencias negativas" del mundo del espectáculo en la juventud, que, según dijo, "despiadadamente explota en nuestro mundo globalizado la inocencia y la sensibilidad de los jóvenes y de las personas más vulnerables".
El Papa hizo esa denuncia en el discurso que pronunció en la catedral greco-melquita (católicos de rito bizantino) de San Jorge, de Ammán, donde celebró las vísperas con sacerdotes, religiosos, seminaristas y movimientos eclesiales.
Al rito asistió el patriarca greco melquita, Gregorios III Laham, llegado desde Damasco, donde tiene su sede, y representantes de las iglesias católica de rito oriental Maronista, Siria, Caldea, Armena y Latina.
Benedicto XVI resaltó las iniciativas en el campo cultural, infantil, sanitario, educativo e interreligioso de esta iglesia oriental y dijo que en esa labor descubren que las familias tienen "dificultades" que superan los confines culturales y religiosos, en consonancia con el mundo globalizado.
Sobre esta iglesia, de rico y solemne ritual, el Papa afirmó que "el antiguo tesoro viviente de las tradiciones de las iglesias orientales enriquece la Iglesia universal y jamás debe ser considerado como una cosa que hay que custodiar de forma pasiva".
Tierra Santa es una suma de pequeñas comunidades católicas, que sólo llegan al 1,8 por ciento de la población, según datos del Vaticano, y que conviven con otras ortodoxas y protestantes, así como con judíos y musulmanes.
Los católicos de Tierra Santa están repartidos entre la Iglesia Latina, la más numerosa de todas, el patriarcado Greco Melquita, el Maronita, el Armenio, el Sirio, el Caldeo y el Armenio. Son iglesias de rito oriental, pero en comunión con Roma.
Benedicto XVI oficiará mañana una misa en el "International Estadium", de Ammán, y visitará la zona de Betania en el Jordán donde según la tradición fue bautizado Jesús.