MANILA.- La cifra de muertes por un tifón que azotó Filipinas la semana pasada ha aumentado a 36, señaló hoy domingo el gobierno, que añadió que planea incluir la tormenta en un estudio sobre los posibles efectos de los cambios climáticos.
El tifón Cha-hom se debilitó el fin de semana, convirtiéndose en un área de bajas presiones, luego de devastar parte del norte del país el viernes.
Glenn Rabonza, administrador de la Oficina de defensa Civil, señaló en un reporte que la tormenta mató a 36 personas, dejó 12 desaparecidos y obligó a casi 15.000 a evacuar sus hogares.
La mayor parte de las muertes fueron causadas por aludes de tierra, inundaciones y objetos lanzados por el viento, dijo Rabonza.
Además, cerca de 5.500 casas fueron destruidas y más de 16.700 resultaron dañadas.
En la provincia de Ifugao y partes de la provincia de Pangasinan, donde ocurrieron muchas de las muertes y daños, fueron declaradas zonas de desastre para acelerar la entrega de fondos de emergencia, dijo.
Unos 20 tifones y tormentas tropicales azotan Filipinas cada año, usualmente tras el comienzo de la temporada de lluvias en junio, pero Cha-hom llegó al país en verano, algo raro.
Aunque las agencias gubernamentales de emergencia emitieron usualmente sus advertencias sobre el tifón, algunas personas al parecer no se prepararon plenamente para su fuerza, porque azotó en verano, dijo el funcionario Eugene Cabrera.
El principal meteorólogo gubernamental, Nathaniel Cruz, dijo que él y otros científicos incluirán Cha-hom y otra tormenta tropical que pasó por Filipinas previamente este mes en un estudio oficial sobre cómo el calentamiento global puede afectar Filipinas.
El estudio comenzó hace dos o tres años para preparar a Filipinas, un país de economía mayormente agrícola, para los cambios climáticos, dijo.