ROMA.- El Primer Ministro italiano, Silvio Berlusconi, de 72 años, parece haber olvidado las penas del amor tras la petición de divorcio de su mujer, Veronica Lario, y anoche se fue de fiesta en la localidad egipcia de Sharm el Sheik, en la península del Sinaí, informa hoy el diario "La Republica".
Muy sonriente, vestido de azul marino, Berlusconi aparece en una imagen prácticamente corriendo con sus escoltas que le siguen a duras penas hacia la discoteca Smaila-Space, donde recibió el baño de multitudes que tanto le agrada.
Filas de mujeres hacían cola para sacarse la foto de rigor con "Il Cavaliere", que recibía obsequioso en un reservado, mientras la música disco sonaba a todo volumen.
Sonrisas, abrazos y besos de las más jóvenes y también de las mujeres de mediana edad: "¿Puedo amor? Preguntó una turista italiana a su marido y sin esperar respuesta estampó un beso en la mejilla del Primer Ministro.
Berlusconi habló en inglés a las chicas rusas, en su lengua natal a sus compatriotas y sonrió cuando un hombre le dijo: "sabe, mi mujer está enamorada de usted".
Tras un rato, abandonó la discoteca y a bordo de un coche eléctrico se fue al mercado de la localidad turística a hurgar entre los recuerdos "made in Egipt" y, según el diario, "Il Cavaliere", compró algunas cerámicas adhesivas en forma de pececitos para colocar en el refrigerador.
Berlusconi se encuentra en Sharm el Sheik, a orillas del Mar Rojo, para asistir a una cumbre bilateral con el Presidente egipcio, Hosni Mubarak.