BELÉN, Cisjordania.- El Vaticano se retractó de su postura inicial en una polémica sobre el pasado del Papa Benedicto XVI al afirmar hoy el portavoz Federico Lombardi que el Pontífice fue forzado a enrolarse en las Juventudes Hitlerianas "en contra de su voluntad".
"No fue su elección personal", aclaró hoy el portavoz papal en una rueda de prensa en Belén. Lombardi dijo que un decreto emitido por el régimen nacionalsocialista obligaba a sumarse al único movimiento juvenil de aquella época.
Al defender a Benedicto XVI de las crítica en Israel al pasado del Papa durante la guerra, Lombardi aseguró ayer a la prensa que "el Papa nunca estuvo en las Juventudes Hitlerianas; nunca, nunca, nunca".
Pero su declaración contradecía el propio testimonio de Benedicto XVI, publicado en 1997 en el libro "La sal de la tierra" sobre la base de una entrevista del entonces cardenal Joseph Ratzinger con el periodista Peter Seewald.
"Cuando fue impuesta la obligatoriedad de las Juventudes Hitlerianas en 1941, mi hermano fue forzado a ingresar. Yo era demasiado joven, pero más tarde, cuando fui seminarista, me registraron en las Juventudes Hitlerianas. Las abandoné tan pronto como salí del seminario y nunca más volví", dijo entonces el futuro Papa.
Lombardi trató de explicar sus dichos de la víspera, cuando explicó que el Pontífice había sido obligado a sumarse a las baterías antiaéreas de su pueblo natal, en Baviera, a los 16 años.
"Lo que dije lo confirmo, es que ser registrado en las Juventudes Hitlerianas no tenía particular importancia. Para él no es una experiencia que tuviera relevancia, de ninguna manera", sostuvo.
El asunto del pasado del Papa durante la guerra es especialmente delicado en Israel, cuyas relaciones con el Vaticano están lastradas por una disputa sobre el papel que jugó el Papa Pío XII en el Holocausto y la decisión de Benedicto XVI de rehabilitar a un sacerdote que niega el genocidio judío durante el nazismo.
Los medios locales e internacionales destacaron el tema durante la visita del Papa a Israel y los territorios palestinos, en especial después de que en Israel cundiera la decepción por el discurso pronunciado por el Pontífice en el memorial de "Yad Vashem" en Jerusalén.
Muchos en Israel, entre ellos sobrevivientes del Holocausto, esperaban que el Papa, teniendo en cuenta su origen alemán y su pasado, hubiese hecho un mayor esfuerzo por expresar arrepentimiento por la matanza de seis millones de judíos europeos a manos de la Alemania nazi.
Creadas en los años 20, las Juventudes Hitlerianas fueron la única organización juvenil permitida en Alemania después de que los nazis aboliesen todos los demás movimientos estudiantiles al llegar al poder en 1933.
En 1936, casi el 60 por ciento de los muchachos alemanes eran miembros y su número aumentó hasta cerca del 90 por ciento en 1939. En 1941, todos los adolescentes varones de más de diez años fueron obligados a enrolarse, y sólo entre 10 y 20 por ciento evitaron el ingreso en la agrupación.