NAZARET.- Decenas de miles de fieles se congregaron este jueves en la ciudad donde Jesús vivió su infancia cuando el Papa Benedicto XVI llevó su peregrinaje en Tierra Santa al corazón del territorio poblado por la minoría árabe de Israel.
El pontífice de origen alemán, criticado en Israel por un discurso que ofreció ante el monumento de Yad Vashem que conmemora a las víctimas del Holocausto y que según algunos rabinos y políticos careció de empatía, tenía previsto reunirse con el primer ministro Benjamin Netanyahu más tarde durante el día en Nazaret.
Teniendo como telón de fondo el muro que Israel ha establecido en los territorios ocupados de Cisjordania -un proyecto que el Estado judío ha calificado como necesario para su seguridad y que los palestinos condenan como una apropiación de tierras- el Papa repitió un llamado para la creación de un Estado palestino.Netanyahu, según informa Reuters, hasta el momento ha declinado apoyar ese objetivo.
En Nazaret, una de las principales ciudades habitadas por ciudadanos árabes israelíes, se escogió como escenario para la misa papal al Monte del Precipicio, donde la Biblia dice que una multitud trató de arrojar a Jesús desde un barranco.Cerca de 1,5 millones de israelíes, casi un quinto de la población total, son árabes, y de ellos un 10 por ciento son cristianos.
Los fieles agitaron banderas vaticanas mientras el Papa llegaba en su “Papamovil” blanco a la localidad ubicada al sudeste del mar de Galilea. La policía estimó inicialmente que la multitud estaba conformada por unas 30 mil personas.
El Papa también visitará la Iglesia de la Anunciación, el lugar donde los cristianos creen que el ángel Gabriel dijo a la Virgen María que daría a luz al hijo de Dios.