BANGKOK.- Pese a la nueva acusación presentada en su contra por la Junta Militar de Myanmar, la Premio Nobel de la Paz y líder opositora, Aung San Suu Kyi, quien ayer fue trasladada a una cárcel, confía en que será absuelta, según declaraciones de su abogado a la revista "Irrawaddy".
Suu Kyi es "psíquicamente fuerte", aseguró también el abogado Kyi Win a la revista del exilio birmano, que se edita en Tailandia. "En realidad, yo debería animarla, pero es ella la que me ha animado a ser fuerte", agregó.
Suu Kyi, de 63 años de edad, está acusada de haber violado las restricciones de su arresto domiciliario después de que recibiera a un ciudadano estadounidense en su casa. Hasta ahora no se conocen los motivos de John Yettaw, de 53 años, que llegó a nado al domicilio.
Por su parte, la embajada de Estados Unidos señaló que lo había visto antes, pero que no recibieron detalles sobre sus intenciones.
Las nuevas acusaciones contra Suu Kyi causaron indignación en todo el mundo, incluso en Tailandia, que se suele mantener al margen. "Es increíble que se detenga a la dama en una prisión en la que han sido torturadas y asesinadas otras personas", dijo el vicepresidente del partido de gobierno, Kraisak Choonhavan.
Según informaciones de Kyi Win, Suu Kyi está arrestada en una "casa de huéspedes" de la temida cárcel de Insein que, debido a las catastróficas condiciones sanitarias es conocida como la "fábrica de Sida y VIH" de Myanmar.
En tanto, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, pidió la liberación inmediata de la líder opositora y se mostró "muy preocupada" por las acusaciones contra la Premio Nobel por "delitos infundados", según dijo en Washington.
El ex Presidente checo Václav Havel instó además al Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, que pida la liberación de Suu Kyi.
"Después de llamamientos durante años a la Junta (birmana), el mundo ya ha asumido que un diálogo es imposible", indicó Havel en su comunicado por escrito. "Los acontecimientos más recientes deben ser una alerta", agregó.
Por otro lado, algunos reporteros estadounidenses consiguieron contactar en el estado norteamericano de Missouri con los vecinos de Yettaw, que se había acercado misteriosamente a nado al domicilio de Suu Kyi. Algunos lo describieron como un excéntrico, otros como un intelectual amigable, mientras otro grupo apuntaba a problemas con el alcohol.
Yettaw, un hombre divorciado con siete hijos, vivió durante varios años con algunos de sus hijos en una casa remolque en el lugar. Según otras informaciones, el hombre ya había irrumpido el pasado diciembre en la casa de Suu Kyi. La opositora birmana había informado entonces sobre el incidente.
"¿Por qué no la acusaron entonces? ¿Por qué le volvieron a dar una visa de turista (a Yettaw)?", preguntó por su parte una representante del partido de la oposición NLD desde el exilio.
Suu Kyi será sometida a juicio el próximo lunes. Se estima que puede ser sentenciada hasta a cinco años de prisión. Su arresto domiciliario habría terminado el próximo 27 de mayo, aunque la Junta Militar de Myanmar lo había prolongado por un año pocos días antes de que venza durante los últimos años.