GINEBRA.- Pese a que el virus de la gripe porcina superó hoy los 10.000 enfermos y ha causado 80 muertos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) parece haber cedido a la presión de algunos países y se toma tiempo antes de anunciar la primera gran pandemia del siglo XXI.
El virus A (H1N1), para el que todavía no existe ninguna vacuna, contaminó oficialmente a 10.243 personas en 41 países y dejó 80 muertos, anunció la OMS.
México, Estados Unidos y Canadá siguen siendo los países con más contagiados, pese a que el virus también está afectando especialmente a Japón, donde las autoridades confirmaron el miércoles 251 casos.
El archipiélago nipón se ha convertido así en la segunda región del mundo más afectada por el virus por detrás de América del Norte.
Sin embargo, la OMS asegura que aún no tiene pruebas de que el japonés sea un foco autónomo de transmisión entre humanos. Esto, según sus criterios, la obligaría a activar la sexta y última fase de su nivel de alerta, desencadenado así el anuncio de pandemia.
La repentina prudencia de la organización ha sorprendido a la prensa, que desde el lunes interroga sin cesar a su directora general, Margaret Chan, sobre el cambio de orientación, visto que la OMS se había mostrado previamente rápida en la activación de sus fases de alerta.
La nueva prudencia de la OMS parece contradecir su actuación pocos días después del anuncio de la existencia de un virus que mezclaba orígenes porcinos, aviarios y humanos en México.
Así, a finales de abril, la OMS activó su nivel 4 de alerta señalando la existencia de transmisión entre humanos de un virus de origen animal.
Dos días después, el 29 de abril, subió la alerta al nivel 5, algo que significaba que consideraba "inminente" una pandemia. La decisión se basó en que la transmisión entre seres humanos se verificó en dos países de una misma región: Estados Unidos y México.
Ahora espera la aparición de un nuevo foco autónomo en otra región del globo para activar su último nivel. Pero se muestra reticente a declarar que ese segundo foco podría haber aparecido en Japón.
"Estamos bajo presión para tomar medidas urgente", explicó Margaret Chan ante los 193 miembros de la OMS reunidos desde el lunes en Ginebra con motivo de su asamblea general anual.
Pero "debemos alertar a la gente cuando es necesario, y tranquilizarlos cuando es necesario", insistió.
Última fase
Para Antoine Flahaut, epidemiólogo y director de la Escuela de Altos Estudios en Salud
Pública (EHESP) de Rennes (noroeste de Francia), "están todos los elementos para pasar a la fase de alerta 6".
"Pero la OMS siente que las recomendaciones que están relacionadas (con la fase 6) no están adaptadas a la situación", explica, y cita entre otras la reducción del transporte aéreo o el uso masivo de mascarillas.
"Los países más desarrollados, como Estados Unidos, Canadá o Japón no tienen ganas" de que lo haga por esta razón, añade.
Tras ciertas explicaciones confusas, Margaret Chan terminó por reconocer haber "escuchado" la recomendación de los ministros de Sanidad de Brasil, Japón, China, Suiza y Gran Bretaña de no precipitarse.
"Creo que usted necesita más tiempo" para estudiar el paso al nivel de alerta 6, le había dicho el responsable británico de Sanidad, Alan Johnson, al señalar su temor de un pánico generalizado entre la población si se produce el anuncio de pandemia.