CASSINO.- El papa Benedicto XVI expresó el domingo su "solidaridad" con los desocupados y pidió "humanizar el mundo laboral" al hablar ante miles de fieles en Cassino, centro de Italia, donde yacen los restos de San Benedicto, fundador de la orden de los Benedictinos.
"Expreso mi solidaridad con todos aquellos que viven en una situación precaria, preocupante, a los trabajadores en desempleo parcial o a quienes fueron despedidos" de sus trabajos, agregó el Papa ante los aplausos de la multitud.
"Humanizar el mundo laboral es típico del espíritu monástico", afirmó Benedicto XVI durante una misa celebrada al aire libre en una plaza que a partir de ahora llevará su nombre.
Benedicto XVI cumple en Cassino, cerca de Roma, su 14 visita pastoral en Italia y la primera como Papa en esta ciudad, donde ha estado en reiteradas ocasiones cuando era cardenal.
"La herida del desempleo que golpea a este territorio empuja a los responsables públicos, los empresarios y todos aquellos que tienen la posibilidad, con la contribución de todos, a buscar soluciones eficaces a la crisis del empleo", agregó el jefe de la Iglesia católica.
Benedicto XVI dijo que está al tanto de la "situación crítica de muchos trabajadores". "Hoy en día, la familia tiene una urgente necesidad de defenderse mejor", dijo el Papa que exhortó a los jóvenes que tienen "dificultades" para encontrar un empleo y así poder "construir una familia" a "no desalentarse" pues "la Iglesia no los abandona".
Antes de volver a Roma, el Papa visitará el cementerio polaco, donde están enterrados unos 1.000 soldados polacos que murieron en 1944 combatiendo junto a los aliados durante la ofensiva militar para apoderarse de esta posición clave para llegar a Roma.
El monasterio y una parte de la ciudad de Cassino fueron destruidos por los bombardeos estadounidenses durante la ofensiva en la Segunda Guerra Mundial.
