BONGHA.- Decenas de miles de personas se congregaron en una población rural para rendir homenaje al ex presidente Roh Moo-hyun, un día después que se suicidó lanzándose desde un acantilado cerca de su vivienda.
Entretanto, en el centro de Seúl, los dolientes aguardaron varias horas en largas filas para colocar flores blancas, quemar incienso y hacer un gesto de reverencia ante retratos del ex líder, en un sitio conmemorativo improvisado a las puertas del palacio Deoksu, erigido en el siglo XVI.
Roh dejó una nota antes de suicidarse. En la misma señalaba que había sufrido mucho por las acusaciones de corrupción contra él y su familia.
El suicidio del ex presidente, 15 meses después de abandonar el cargo, ocurrió cuando él y su familia enfrentaban interrogatorios intensos acerca del destino de seis millones de dólares que fueron dados a los Roh durante su presidencia por parte de un empresario de Seúl implicado en escándalos de soborno.
Las acusaciones afectaron duramente a un político que se enorgullecía de sus antecedentes "limpios". Varios fiscales interrogaron a Roh, a su esposa y a sus hijos desde el mes pasado.
La muerte de Roh asombró al país. Decenas de miles de surcoreanos escribieron mensajes de condolencia en su página de internet.
Unas 35.000 personas rindieron homenaje a Roh en Bongha, una población situada a 450 kilómetros (280 millas) de Seúl, donde vivía desde que dejó el cargo, informó la policía.
"Lo que queda de mí para el resto de mi vida es solamente una carga para otros", escribió Roh en una nota escrita en su computadora. "No se pongan tristes. ¨Acaso no son la vida y la muerte parte de la naturaleza? No lo lamenten. No culpen a nadie. Es el destino".