WASHINGTON.- El Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sorprendió hoy a los clientes de un local de comida rápida de un barrio popular de Washington, adonde llegó sin previo aviso, pero muy bien rodeado por colaboradores y agentes del servicio secreto, para comprar hamburguesas con queso.
Ésta es la segunda vez que Obama sale de la Casa Blanca para saciar su apetito de hamburguesas. Hace algunas semanas hizo lo mismo cuando visitó el local "Ray's Hell Burger" en Arligton, en Virginia, a las puertas de la capital norteamericana.
Hoy prefirió un local de "Five Guys", una empresa relativamente nueva que se expandió notablemente en los últimos años.
En mangas de camisa, con pantalón de traje y corbata, Obama tardó algunos segundos antes de ordenar. Finalmente, se decidió por una "cheesburger" con pimientos jalapeño, lechuga, tomate y mostaza, acompañada de papas fritas.
El Presidente pidió luego más hamburguesas para su comitiva y una extra para un periodista de la cadena televisiva NBC, y pagó con 80 dólares en efectivo.
Cuando un cliente se atrevió a preguntarle cómo está marchando su flamante gobierno -que comenzó en enero último-, Obama le confesó que su administración está "afrontando más problemas de lo esperado".
Después de pedir, a Obama le dieron el ticket con el número 41. Mientras esperaba, conversó con los clientes y se tomó fotografías con algunos de ellos. La expedición se completó cuando Obama salió del local cargando dos grandes bolsas de papel y se subió a la limusina presidencial, que retornó escoltada hasta la Casa Blanca, donde seguramente estarían esperando las bebidas frescas para acompañar las hamburguesas.