RÍO DE JANEIRO.- El hallazgo hoy de dos nuevos cuerpos elevó a seis el número de víctimas por la ruptura del paredón de una represa ocurrida el miércoles en el noreste de Brasil, en tanto que quedan tres desaparecidos.
De acuerdo con un comunicado del gobierno regional de Piauí, en donde ocurrió la tragedia, los bomberos localizaron en la mañana de este viernes el cuerpo del agricultor José Francisco Alves dos Santos, de 36 años y que vivía en un local próximo a la represa.
Horas más tarde, la Policía Militar localizó el cuerpo de la niña Maria Andreina Pereira, de 6 años, que era una de las cuatro personas citadas en la lista oficial de desaparecidos, que ahora cuenta con tres nombres.
Los bomberos, que reiniciaron las búsquedas a primera hora de hoy, informaron igualmente de que rescataron con vida a siete de las once personas que eran consideradas como desaparecidas hasta anoche.
La ruptura de la represa en el río Pirangi y a pocos kilómetros del municipio de Cocal da Estaçao, en el interior del estado de Piauí, ocurrió en la tarde del miércoles como consecuencia de las fuertes lluvias que caen en la región hace más de un mes.
La tromba de agua que salió por la grieta de 50 metros que se abrió en un muro lateral de la represa de Algodones 1 inundó una extensa área en el norte del estado de Piauí y destruyó cerca de 500 viviendas en áreas rurales de Cocal da Estaçao.
El agua, que llegó a tener una altura de 20 metros, siguió durante varios kilómetros el curso del río Pirangi hasta su desembocadura en el Parnaíba y destruyó todas las plantaciones que encontró a su paso y provocó la muerte de cientos de animales de corral.
El gobernador de Piauí, Wellington Dias, describió la tragedia como un “verdadero tsunami” tras sobrevolar el jueves el área afectada.
Dias asumió la responsabilidad por la decisión de haber autorizado el regreso de los habitantes de la región a sus casas tras haber ordenado una evacuación dos semanas antes debido a que desde entonces se temía la ruptura de la represa.
El gobernador afirmó que los técnicos llegaron a descartar la posibilidad de la ruptura luego de que las lluvias cesaran por algunos días, pero no tuvieron en cuenta los fuertes aguaceros que cayeron sobre la cabecera del río Pirangi en los últimos días y que aumentaron la presión del agua.
Muchas de las familias que habían sido desalojadas alcanzaron a regresar a sus casas en la última semana y fueron sorprendidas por la tromba de agua.Las fuertes lluvias que caen en las regiones norte y nordeste de Brasil desde hace cerca de un mes ya han dejado al menos 56 muertos y unos 426.000 desalojados en 485 municipios.
Cocal da Estaçao, un municipio con 26.200 habitantes ubicado a 226 kilómetros de Teresina, la capital de Piauí, está sin el servicio de energía eléctrica desde el miércoles y sin condiciones de atender a las cerca de 3.000 personas desalojadas.