SAN JUAN.- El Gobierno de Puerto Rico anunció ayer, viernes, la cesantía de 10 mil empleados públicos como parte de un plan de recortes que busca hacer frente a la crisis fiscal en este Estado libre asociado a Washington.
El gobernador Luis Fortuño confirmó el envío de notificaciones de cesantía, que comprenderían a un total de 7.816 trabajadores del Estado, entre ellos 2.585 que se acogieron a un plan de "renuncias incentivadas" y aceptaron la propuesta económica del gobierno para abandonar sus puestos.
El grueso de los despidos se centra en empleados gubernamentales denominados "transitorios", a los que se sumarán otros 2.200 de la planta permanente, contratados hace un año por la administración del anterior Gobernante Aníbal Acevedo Vilá.
"Nos ha tocado a nosotros recoger los platos rotos de otros", expresó Fortuño al recordar el déficit fiscal estatal de 3,2 millones de dólares.
Las cesantías entrarán en efecto a partir del lunes y otras al terminar junio, ya que el 1 de julio se inicia el nuevo año fiscal. Los trabajadores públicos despedidos incrementarán un desempleo que actualmente alcanza el 14,7%.
El gobierno había adelantado que haría frente a la crítica situación fiscal con una reducción de los gastos del Estado y la supresión de unos 30 mil empleos públicos a fin de lograr un ahorro presupuestario de 236 millones de dólares.
Sectores sindicales cuestionaron la medida y anticiparon que realizarán protestas en los próximos días.