CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Benedicto XVI denunció este domingo, con ocasión de la misa de Pentecostés, "la contaminación del corazón y del espíritu" de las personas, que están especialmente "intoxicadas" por "las imágenes que muestran" el placer o la violencia.
"Así como existe una contaminación de la atmósfera que envenena el medio ambiente y a los seres vivientes, existe también una polución del corazón y del espíritu que mortifica y envenena la existencia espiritual", declaró el Papa al oficiar la misa en la Basílica de San Pedro.
"De la misma manera que no hay que acostumbrarse a los venenos del aire -y en este sentido el compromiso por la ecología representa hoy una prioridad- habría que hacer lo mismo para lo que corrompe el espíritu", agregó.
"Parece, por el contrario, que nos acostumbramos sin dificultades a los numerosos productos que envenenan el corazón y el espíritu que circulan en nuestras sociedades, por ejemplo las imágenes que ponen en escena el placer, la violencia y el menosprecio por el hombre y la mujer", se lamentó Benedicto XVI.
"Decimos que esto es la libertad, sin reconocer que todo esto contamina, intoxica el alma, en particular la de las nuevas generaciones, y termina por condicionar la libertad misma", resumió.
La Pentecostés es una de las principales fiestas del calendario litúrgico para los católicos, los protestantes y los ortodoxos. Celebra, en el quincuagésimo día de la Pascua de Resurrección, el descenso del Espíritu Santo a los apóstoles, que les dio el don de enseñar la palabra del Cristo.