LIMA.- El máximo jefe en actividad del grupo ultraizquierdista armado peruano Sendero Luminoso, Víctor Quispe Palomino, aseguró que su organización llevará la "guerra popular" hasta el final, en una entrevista sin antecedentes transmitida en la noche de hoy por la televisión del Perú.
"José", ex estudiante de antropología de 48 años con casi tres décadas de militancia senderista, afirmó que su grupo dialogará en su momento con "el gobierno, el Estado y el imperialismo", pero sobre la base de la rendición de éstos.
Asimismo, aseguró que cuenta con unos 300 hombres, se hizo responsable de los ataques de los últimos meses y reconoció que tiene un acuerdo con los narcotraficantes mediante el cual éstos pagan un "impuesto de guerra" de dos dólares por cada kilo de cocaína que se transporte por territorio controlado por Sendero.
No obstante, Quispe Palomino negó que esa relación vaya más allá: "Muchos dicen que el narcotráfico ha repotenciado en armas a Sendero. Llévese la serie de esas armas y verá que todas las que tenemos son del Ejército y la Policía. Todas", le dijo "José" al reportero.
El programa "Punto Final", primero en tener acceso a las columnas de Sendero en el VRAE (valle de los ríos Apurímac y Ene), mostró también a una veintena de niños de no más de 11 años que hacen parte del "Ejército Popular Revolucionario".
"Viva el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente el maoísmo, para la revolución proletaria socialista mundial. Viva la guerra popular democrática prolongada", gritaban los pequeños en rígida disciplina.
El programa mostró intencionalmente los rostros de los niños pese a las leyes de protección, pues, afirmó, se busca identificar entre ellos a posibles secuestrados.
Varios otros de los mostrados eran adolescentes. Uno de ellos, experto en el manejo de lanzagranadas, dijo tener 16 años. También había mujeres armadas, aunque según mostró el reportaje son las encargadas de servir a los hombres en las labores cotidianas.
En la conversación con "Punto Final", Quispe Palomino confirmó su total ruptura con la conducción original del grupo, a cargo de Abimael Guzmán. Según el líder senderista, Guzmán y quien lo sucedió en la jefatura, àscar Ramírez Durand, cometieron abusos contra los campesinos y los alejaron de la revolución.
En ese marco, reconoció que él mismo participó en acciones que cobraron víctimas "inocentes", pero aclaró que lo hizo por órdenes de Guzmán y Ramírez Durand, capturados en 1992 y 1999, respectivamente.El reportaje mostró que los senderistas llevan consigo paneles para trabajar con energía solar y que incluso Quispe Palomino tiene una laptop.
El frente del VRAE es el más fuerte de los dos que, enemistados entre sí, le quedan a Sendero. La acción del frente está focalizada en ese valle, que comprende territorios andinos y selváticos de los departamentos Ayacucho, Apurímac y Cusco y que se ha convertido en el principal foco de inseguridad en el país por la presencia de narcotraficantes y senderistas.
Aparte de lo visto en el reportaje ya habían trascendido esta semana y habían generado un gran rechazo popular contra Sendero, sobre todo por la utilización de niños.